sábado, 21 de abril de 2007

DECONSTRUYENDO TABÚES


DECONSTRUYENDO TABÚES:BDSM
(BDSM es una abreviatura para Bondage (ataduras) y Disciplina (BD), Dominación y Sumisión (DS), y Sadomasoquismo (SM).
DR. RICARDO DURANTI
Médico psiquiatra/Grupo Nexo www.nexo.org
Publicado en InfoSida, medio de difusión de la Coordinación Sida del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Es cada vez más habitual recibir consultas acerca de la posibilidad de contagio del VIH en relación a prácticas sexuales no habituales y que generan en los/las profesionales que las reciben una inmediata respuesta que surge más de lo que ellos/ellas piensan acerca de dichas prácticas que de algo basado en la realidad de las mismas.
Derecho, medicina y psicoanálisis tiñeron a las prácticas sadomasoquistas con un tufillo a enfermedad y moralina muy difícil de deshacer, generando en el imaginario social un rechazo automático acerca de la irrupción del dolor y lo (supuestamente) violento –en tanto violencia en sí, como violación del otro– dentro del privadísimo ámbito de lo sexual.
Hoy sabemos que no hay espacios absolutamente privados y que la historia y la realidad todo lo cambian. Hace pocos años era impensable escuchar en una reunión que una pareja relatara ciertos juegos sexuales, y quienes lo hacían eran mirados como “algo anormales” por el resto. Mirada que se originaba en cierto consenso acerca de lo que estaba bien y estaba mal, más que desde una posición propia.
Hoy, en cambio, es cada día más habitual escuchar estos relatos que, independientemente de acordar con ellos o no, suelen ser escuchados como un “algo más” y, la mayoría de las veces, con franca curiosidad.
Dejamos de lado la “normativización” producida por la psiquiatría y el psicoanálisis que ubican al sadomasoquismo como una perversión para hablar de algo más cotidiano y cada vez más difundido y que aquí, para denotar su profunda raíz social como conductas cada vez más habituales, llamaremos prácticas SM y que algunos llaman SM consensual, para otros simplemente SM.
El BDSM es una relación mutuamente consentida, basada en la confianza y en el intercambio.
El dolor físico no es la meta obligada y, a veces, ni siquiera lo es el contacto genital.
La gente que es sumisa (Esclavos/as, Bottoms, Subs) en una escena BDSM no lo es necesariamente en otros aspectos de su vida.
Lo mismo vale para los que son dominantes (Amos, Masters, Dominatrix) en una escena.
Ser sumiso no implica ser pasivo ni dominante ser activo: hay multiplicidad de combinaciones y los roles no son necesariamente fijos.
Dentro del BDSM se encuentran infinitos tipos humanos que no se hallan fijados a esas prácticas sexuales (por eso son llamadas prácticas, lo que las diferencia de las perversiones de la Psicopatología).
La realidad nos muestra un continuo que va desde la inclusión en los juegos sexuales de caricias fuertes a una práctica desarrollada que, contra lo que piensa la gente, es totalmente segura y consensuada, además de responder a reglas de cuidado muy precisas.
Los vínculos SM están basados en la confianza que cada uno/a de los/las participantes siente por el/la otro/a, cosa no frecuente en muchas relaciones sexuales consideradas “no perversas” o “no violentas”.
Las prácticas SM estuvieron siempre avaladas por la cultura en forma tácita: ¿cuántas escenas de la vida cotidiana se encuadran en los criterios de las relaciones SM del tipo Dominante/Sumiso? Por ejemplo las relaciones médico/paciente, analista/analizado, maestra/alumno o jefe/empleado... “¿Qué es en el fondo una relación sexual sino la expresión de una lucha de dominio y poder?”, Foucault dixit... ¿Dónde encuadrar la masiva difusión de tatuajes, aros y perforantes en zonas corporales atípicas? Son elementos hoy totalmente adoptados e incorporados como algo más.
Como toda actividad no admitida abiertamente por los códigos culturales, las prácticas SM suelen ser subversivas de dichos códigos, ya que obligan a los que los sostienen a dar cuenta de los mismos.
En Europa y en Estados Unidos, los bares Leather (cuero) y los clubes SM están cada vez más difundidos. Nadie oculta que los frecuenta. En ellos existe tanta seguridad –o más– que en los espacios heterosexuales o glttb integrados.
Surgen, principalmente en Estados Unidos, asociaciones que reivindican los derechos de quienes practican el SM.
Muchas de ellas invitan públicamente a sus cursos sobre sexo seguro y prácticas SM, aún más seguras. Una de ellas ganó premios y menciones por el nivel de los cursos que ofrecen acerca de sexo y prácticas seguras en relación al VIH y otras ETS.
En Argentina ya existen varios clubes que realizan fiestas y encuentros donde predomina el criterio del sexo protegido y no se olvida la presencia del VIH, sobre todo ante la posibilidad concreta de la aparición de sangre.
La búsqueda de pares en los chats tanto homo como hétero es también frecuente.
La mayor parte de las personas tienen sexo sin acordar límites y sin saber qué quiere el/la otro/a, esto es impensable en una relación BDSM.Previamente existe “la negociación” que es el proceso por el cual se intercambia información acerca de los intereses y los límites.
Los límites son las actividades, palabras o escenas que una persona no desea experimentar y la Safeword (palabra clave) es una palabra en código –generalmente no usada cotidianamente o en un contexto sexual– que indica que al otro que debe detener lo que está haciendo o que debe cambiar de práctica.
Conocer y desmitificar las distintas prácticas sexuales es un imperativo cada vez mas fuerte para poder trabajar en la prevención de la infección por el VIH y no actuar y aconsejar desde los propios prejuicios.

LEATHER Y FOTOGRAFIA


Robert Mapplethorpe

Brian Ridley y Lyle Heeter

1979


También forman parte de la iconografía leather algunas obras del famoso fotográfo Robert Mapplethorpe.
La obra de Mapplethorpe es muy amplia, pero incluye de manera significativa la temática leather/sm.

Robert Mapplethorpe (1946-1989) nació en Nueva York en 1946. En 1970 terminó sus estudios en la Escuela de Arte del Pratt Institute de Brooklin, donde cultivó el dibujo, la pintura y la escultura.
Todavía no había comenzado a realizar sus propias fotografías cuando ya se cuestionaba las nociones tradicionales de autoría y originalidad, creando arte a partir de páginas extraídas de libros y revistas, conceptos que ya habían sido promovidos por Man Ray, Duchamp y por los trabajos de Andy Warhol a quien Mapplethorpe admiraba enormemente.

De este primer período se destacan sus trabajos sobre la sexualidad y el erotismo, temas que continúa explorando a lo largo de toda su carrera.

LEATHER Y FOTOGRAFIA




TOM Y TOM


El fotógrafo inglés Tom Nicoll comenzó a realizar fotografías leather en 1954.
Fue el primero en retratar modelos usando cuero negro.
Nicoll publicó fotos de hombres en cuero aún antes de que Tom of Finland publicara sus dibujos.
De hecho, se cree que fue Tom Nicoll quien influyó en la visión de los hombres leather de Tom of Finland.
Los dos se conocieron muy bien y Nicoll fue quien persuadió a Tom of Finland para que comprara su primera campera de cuero.

La foto es un autoretrato que Tom Nicoll le regaló, autografiado, a Tom of Finland.

(Publicado en el proyecto "History of Leather", del club L.U.B.E. Leather Uniform Bear Encounter, de Irlanda).

viernes, 13 de abril de 2007

IDENTIKIT


IDENTIKIT



Leandro Allochis

Publicado en Espacio Ecléctico




A diferencia de la realidad social, por lo general conservadora y lenta en la aceptación de las transformaciones, el Arte Contemporáneo ha insistido mas tempranamente en las perspectivas renovadoras de la representación de la masculinidad.



Parte del Arte del SXX y XXI trajeron a la escena contemporánea una iconografía de la hipermasculinidad en donde la imagen de la virilidad tradicional ha quedado desplazada por visiones performativas de lo masculino.



Este Arte de Género muestra imágenes complejas, desplaza los estereotipos y los valores hegemónicos con obras que reflejan aspectos más frágiles y vulnerables de lo masculino.


Así varios artistas plasmaron dualidades, temores e inseguridades a los que el hombre contemporáneo se enfrenta, proponiendo obras que generan un discurso crítico sobre la fragmentación de la identidad masculina convencional y recrean una imagen de varón fuera de la heteronorma.



Dos artistas del S XX cuestionaron al unísono el papel de la masculinidad hegemónica en la sociedad contemporánea.


Se trata del dibujante Tom of Finland y del fotógrafo Robert Mapplethorpe, quienes abordaron la imagen hipermasculina desde la subcultura gay del leather y el SM y en los que Leandro Allochis reconoce un claro vinculo con su obra.



“Ambos artistas eligieron para desarrollar sus obras la estética del leather, señala Leandro, ya que esta pone el acento en una fabricación compulsiva de lo masculino y subraya la naturaleza socialmente construida de la masculinidad. El leather es una puesta en escena que se construye desde el exceso, develando el carácter performativo del género, entendido este como ficción cultural."



La subcultura gay leather – SM establece una relación paradójica con las representaciones simbólicas y políticas del género. Potencia cuerpos y actitudes masculinos, llevando al extremo el uso del disfraz de cuero, volviendo paródica la construcción de la masculinidad. Vestirse de cuero para verse masculinos es una reinvención artificial, una estrategia que en definitiva pone en cuestión cualquier presunta "naturaleza masculina”.



Aunque pueda resultar menos evidente, dice Allochis, el heterosexual participa del mismo proceso.

“Vestirse de hombre” es algo que se aprende, adoptando códigos dados por un contexto cultural concreto que se repiten y construyen una experiencia subjetiva de lo masculino.

Estos códigos y sus prácticas repetitivas no son menos artificiales. Hay un carácter teatral en la construcción de cualquier identidad.



Tom of Finland. Se popularizó por las ilustraciones de iconos eróticos masculinos como vaqueros, soldados, policías, motoristas, marineros y leathers.

Frente a la fabricación cultural de la época en la que todo homosexual debía verse afeminado, sus personajes encarnan una masculinidad hiperbólica. Sus cuerpos musculados y rotundos exhiben un culto a la fuerza y a los genitales, resaltados por el uso del uniforme, las prendas de trabajo o la indumentaria.



Robert Mapplethorpe. Su obra fue fuertemente controversial por mostrar elementos de la cultura sado-masoquista e indagar en los límites de la sexualidad hasta lo insoportable (como en las fotografías escatológicas, o en las que se exhibe el fistfucking). Mapplethorpe se hizo a sí mismo en el seno de la comunidad gay de Nueva York, en los ambientes leather de principios de los setenta.

Hablemos de cuero, hablemos de LEATHER.


Hablemos de cuero, hablemos de LEATHER.


por Carlos Ceballos

CLUB LEATHER DE MEXICO

Publicado en Enkidu Magazine


El cuero es la piel animal tratada y sin pelos, curtida; una labor humana desarrollada y utilizada desde hace siglos. Este lustroso material, suave o duro al tacto, según su acabado glaseado o tipo ante, es objeto de las fantasías erótico-afectivas en un reducido sector de la sociedad, materializadas en chamarras, pantalones, chaparreras, chalecos, guantes, faldas, arneses, muñequeras, gorras, botas, etc.


Hombres y mujeres de diversas épocas, han sido participantes en la resolución de sueños y deseos donde el cuero está involucrado. En relatos e ilustraciones alemanas del siglo XIX podemos encontrar ejemplos precisos de su aprecio y uso, por parte de los amantes, en sus encuentros íntimos.


Esa fascinación especial por prendas, accesorios, o calzado hecho de cuero, combinado con prácticas eróticas y sexuales, han sido motivo de diversos adjetivos para referirse a ello: perversión, fetichismo, parafilia, filia, son algunos de ellos. Todo dependerá desde qué tipo de concepción moral, psicológica, antropológica o sexual invoquemos.


A finales de los años 40´s del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, surge en la sociedad estadounidense, un movimiento particular entre hombres homosexuales, acostumbrados al rigor, ordenanza, disciplina, la camaradería, hombres de aspecto y actitudes varoniles que se relacionaban entre si, pero que como característica especial se encontraba el uso de ropa y calzado de cuero, combinado con atuendos vaqueros, militares e industriales.


No fueron pocos los que adoptaron la vestimenta de motorista macho que usó Marlon Brando en la película The Wild One, (El Salvaje), personaje que se volvió ícono, no sólo entre la población homosexual. Brando era el carismático y atractivo jefe de un grupo de motociclistas; la combinación de la chamarra de cuero cruzada, de los aviadores ingleses, las chaparreras venidas de los charros mexicanos, las recias botas de motorista, la gorra tipo militar alemana, unos jeans gastados y camiseta sudada, montado en una potente motocicleta, despertaron el erotismo adormilado en muchos otros hombres al paso de los años.


Ya en los años 50’s, toda una organización de grupos crecieron a lo largo de Estados Unidos, Canadá y Europa, bajo el emblema de LEATHER, LEATHER MAN, LEATHER GROUP, LEATHER BAR, etc. la gran mayoría de ellos siguiendo las normas sociales de convivencia estipuladas por la OLD GUARD, los pioneros de este estilo de vida.


Por su apariencia y actitud, se han creado alrededor del leather una serie de mitos. El más recurrente es el hecho de que a estos individuos o grupos se les relaciona automáticamente con las prácticas sadomasoquistas, que operan proporcionando o recibiendo dolor de forma física o emocional.

El culto al cuero y el sadomasoquismo no son sinónimos, ni todos los que visten de cuero son sadomasoquistas, ni los que practican sado-masoquismo están interesados en el cuero.


El sadomasoquismo es una práctica que no requiere un atuendo específico, puedo asegurar que se tratan de dos mundos muy diferentes, pues he participado en ellos, teniendo una predilección definitiva por el mundo del cuero, del estilo de vida leather.
Un dato, en México tan sólo entre el 12 % y 15 % de hombres gay involucrados en el leather, se consideran exclusivamente participantes del sadomasoquismo. El 65 % se identifican como exclusivamente fetichistas, adoradores del cuero. Fuente: Club Leather de México.


En la concepción más clásica del leather, se identifica con hombres homosexuales que valoran cualidades marcadamente masculinas: cuerpos velludos, voz grave e imperativa, gestos recios, aroma a sudor, tatuajes, entre otras, cubriéndolos todo tipo de prendas hechas de cuero, preferentemente negro, sin olvidar unas imprescindibles botas gastadas, pero también con un gran conocimiento y refinamiento respecto a las prácticas de dominación o sumisión.


Actualmente existen grupos de todo tipo dentro del emblema leather: heteros, lesbianas, mixtos, light, hard...


Según las definiciones, el fetichismo es darle u otorgarle a un objeto, artículo, imagen, etc, valores adicionales a los que está hecho originalmente.

Hay fetichismo por la seda, el látex, la mezclilla, la ropa interior de encajes, los perfumes, los atuendos deportivos, el cabello largo, los pies, una flor o fruto, en todo aquello que erótica o sexualmente nos excite, además de las personas. En el caso del leather, se otorgan valores sexo-afectivos a las prendas de cuero.


Para los eminentemente fetichistas, compartir el cuero es todo un ritual que trasciende las relaciones genitales; es parte de la escena, del encuentro, más no lo primordial. Se anteponen muchas veces el goce y el placer por medio de los sentidos al oler, ver, tocar, escuchar o lamer el cuero.


Entre los practicantes del sadomasoquismo se establecen contactos, relaciones y hasta contratos muy elaborados, donde uno es el Amo y el otro el esclavo, el Dominante y el sumiso, que no tiene nada que ver con los conceptos comúnmente conocidos como activo – pasivo. En el mundo leather, los roles y adjetivos son más complejos y refinados, existen no pocos Amos, que además de dominar a su esclavo, les gusta ser penetrados por este; otro de esos mitos conocidos, es que a los Amos o Masters sólo les gusta penetrar.


El mundo leather ha creado toda una subcultura, con servicios, bares, arte, tiendas, publicaciones, y demás.

También ha creado sus propios códigos de comunicación, sin palabras, para el encuentro y la acción.

Esto se puede observar al distinguir de qué lado traen aretes o perforaciones en el cuerpo, cadenas, llaveros, brazaletes y muñequeras, pero de manera muy clásica un pañuelo o paliacate. En el mundo leather cada color de un pañuelo tiene el significado de una practica erótica o sexual específica, su nivel de intensidad, el lugar donde se lleva puesto también es muy importante, sobre los códigos del mundo leather escribiré en la siguiente entrega. Solo dos ejemplos: traer un pañuelo azul claro en el bolsillo izquierdo del pantalón, significa que quiero que me la chupen; traerlo en el bolsillo derecho se está indicando que ofrezco mi boca para mamar. Usar un paliacate rojo en el bolsillo izquierdo es igual a: quiero meterte el puño en el culo, el mismo color en el bolsillo derecho indica: quiero que me cojas... con el puño.


Las cualidades objetivas del cuero son la solidez, la duración, la elasticidad, y la protección. Defiende del viento, del frío y aún de las lluvias por sus cualidades impermeables. La chamarra de cuero, ajustada, se ha hecho privativa de los motoristas, y raya en el mito cuando es negra. Toda la vestimenta de los motoristas jóvenes es más simbólica que funcional. El cuero es muy sexual, la sensualidad de su apariencia es buscada irremediablemente por el tacto, acerca a las cualidades viriles, opuesto a lo femenino.


El emblema leather se puede vivir de varias maneras, plenamente asumido, culposamente practicado, convenientemente reprimido, todo dependerá de nuestros intereses, y del grado de auto-aceptación a nuestra propia naturaleza. Afortunadamente en nuestros días se puede trabajar desde lo íntimo este y otros asuntos, para vivir en conciencia y plenitud nuestras opciones sexo-afectivas.

A cada cual le corresponde decidir vivir de acuerdo a como otros quieran que lo hagamos, o como a nosotros nos gustaría hacerlo.


Recuerda: si no hay cuero, no es leather.


Por siempre leather y en botas: Chiquileather.

México, D. F. 29 abril 2005

SM Y SADOMASOQUISMO



Algunas precisiones en torno al S/M

Javier Sáez

Publicado en Hartza

Cuando se habla de sadomasoquismo enseguida se lo vincula a dos tipos de imágenes: una referente a la violencia y al asesinato, y otra relacionada con la enfermedad mental, la patología, o lo anormal.


Podemos llamar sádicos a un gobierno que se dedica a bombardear población civil en Irak, o a un policía que tortura a un inmigrante en una comisaría, o a un marido que asesina a su mujer a puñaladas, pero esas conductas no tienen nada que ver con lo que vamos a hablar aquí.

Ni siquiera tiene que ver con esa categoría emanada del discurso clínico de finales del XIX para catalogar las conductas y tendencias sexuales, donde se acuña propiamente el concepto de “sadomasoquismo”. Esta tradición describe e interpreta el sadomasoquismo como una patología, una enfermedad, e intenta explicarla a partir de traumas psicológicos y sociales.


De lo que vamos a hablar aquí es de otra cosa diferente, vamos a hablar de una subcultura gay que aparece a mediados del siglo XX con unos códigos propios, que produce unos usos diferentes del cuerpo, una experimentación con el dolor basada en un contrato de mutuo respeto y consentimiento, y que genera determinados vínculos sociales y culturales.


Por eso, a esta subcultura la vamos a denominar S/M, en vez de sadomasoquista, para marcar esta diferencia de los contextos señalados anteriormente.

Dicho de otro modo, el S/M no es sadomasoquismo.


El S/M supone un desafío a los sistemas de producción de sexualidad, dado que propone un desplazamiento radical: se abandona lo genital como lugar esencial o principal de la sexualidad, y ésta se ve desplazada a todo el cuerpo como lugar posible de experimentación de placer.

Como veremos, la pornografía es también una tecnología del sexo, una forma de recortar el cuerpo y de señalar el sexo.

El S/M plantea nuevas prácticas donde se utilizan otras partes del cuerpo, desterritorializa el imperio de lo genital como sexual, como señala Foucault en una de sus últimas entrevistas:

Verdaderamente, de lo que nos interesa hablar más es de las innovaciones que llevan consigo estas prácticas.

Consideramos la subcultura sadomasoquista, por usar una locución cara a nuestra amiga Gayle Rubin. No creo en absoluto que esa multiplicación de prácticas sexuales guarde ninguna relación con la actualización o la revelación de tendencias sadomasoquistas escondidas en el profundo de nuestro inconsciente.


El sadomasoquismo es mucho más; es la creación efectiva de nuevas e imprevistas posibilidades de placer.

La creencia de que el sadomasoquismo guarda relación con una violencia latente, que su práctica es un medio para liberar esa violencia, de dar rienda suelta a la agresividad es un punto menos que estúpida.


Es bien sabido que no hay ninguna agresividad en las prácticas de los amantes sadomasoquistas; inventan nuevas posibilidades de placer haciendo uso de ciertas partes inusitadas del cuerpo, erotizándolo.


Se trata de una suerte de creación, de proyecto creativo, una de cuyas notas destacadas es lo que me permito denominar desexualización del placer. La creencia de que el placer físico procede simplemente del placer sexual y de que el placer sexual es la base de cualquier posible placer es de todo punto falsa. Las prácticas sadomasoquistas lo que prueban es que podemos procurarnos placer a partir de objetos extraños, haciendo uso de partes inusitadas de nuestro cuerpo, en circunstancias nada habituales, etc.

(continúa)




sábado, 7 de abril de 2007

LIBROS: "The Leatherman´s Handbook"

"The Leatherman´s Handbook"

Larry Townsend

Silver Edition, L.T. Publications - Los Ángeles California, 2004.
284 pág. En inglés.
Donación: Master Taíno (Master Taíno´s Leather Family - Washington)

Incorporamos a nuestra Biblioteca esta edición conmemorativa de los veinticinco años de la primera publicación de este libro ya clásico en el mundo leather.

Dice la contratapa:
"The Leatherman´s Handbook de Larry Townsend se convirtió de inmediato en un objeto de culto tan pronto apareció por primera vez en 1972. Su publicación fue un primer paso para mostrar el sexo leather, abiertamente, en el mundo gay. Su instantánea popularidad demostró cómo los hombres estaban interesados en esta materia, hasta entonces tabú. John Preston."

"Lo que Larry Townsend ofrece en su handbook son principios aprendidos a través de años de experiencia en el campo de la práctica del SM y nos invita a acordar o a disentir con las ideas y conclusiones de este trabajo pionero en el SM gay. Victor Terry."

Nosotros agregamos que pese al tiempo transcurrido este libro conserva gran interés para el curioso que se acerca a nosotros, para el novato, y también para quienes ya están involucrados en Leather/SM.
Los relatos cargados de erotismo que acompañan a cada capítulo conservan toda su capacidad para excitarnos.
Y los dibujos que separan los capítulos tienen un gran encanto.


Quince años sin Tom de Finlandia






Este mes de noviembre, en el que ahora nos encontramos, se cumplen 15 años de la desaparición del dibujante Tom de Finlandia.


Touko -que así se llamaba en realidad Tom de Finlandia- nació en 1920, junto al mar, en la costa sur de Finlandia, donde pasó sus primeros años, en medio de un mundo rudo y salvaje, junto a granjeros, leñadores, vaqueros, y otros auténticos hombres de “frontera”, solitarios e independientes, inseparables de aquel medio natural.


Su paso por las filas del ejército ruso en la II Guerra Mundial no hizo sino completar aquella visión con un contacto directo con ese otro mundo de pulsiones irrefrenables donde desahogar sus ensueños eróticos.



Tom creció entre estos hombres, entre machos símbolos de la virilidad, cuya atracción nunca podrá ya evitar y que tan hondamente impregnaron sus dibujos. De aquella etapa nunca olvidaría a “Urho”, aquel bellísimo granjero musculazo de bronceado perfecto, vecino de la infancia, al que espiaba –con un inconfesable deseo- memorizando cada flexión y contorsión de sus músculos poderosos, su malévola pero pícara expresión y, sobre todo, esa ya famosa sonrisa de labios sensuales.



Su ambiente familiar, en el que confluye el arte, la literatura y la música –de la mano de sus padres, maestros de profesión- ayudó decisivamente a modular y atemperar aquel sentimiento, afianzar su extraordinaria sensibilidad y convertirla en una manifestación artística poderosamente personal e inclasificable, como aquel mundo que le rodeó desde la juventud.




En 1939 comienza a estudiar publicidad en la Escuela de Artes de Helsinki. Su fascinación por el mundo masculino hace que su universo empiece a poblarse de tipos atractivos, de soberbios ejemplares varoniles que va encontrando al paso en los parques y callejones de la ciudad portuaria y cosmopolita en la que reside –obreros de la construcción, marineros, policías, moteros y los llamados hombres del cuero (“leather”)-. La Guerra mundial llena su cuaderno de soldados y oficiales, destacando especialmente esos irresistibles militares uniformados con los que frecuentaba el sexo en la oscuridad de los tensos y largos apagones ocasionados por los bombardeos.



Tras la II Guerra Mundial, Tom retoma sus estudios de arte, trabajando como ilustrador, pero también tocando el piano en salas y cafés nocturnos, lo que lo convierte en un habitante de la vida más bohemia y desenfadada de su ciudad. Viajero constante, suele frecuentar las “cruising áreas” de las ciudades y lugares por donde pasa, de donde toma muchos de sus personajes. Por fin, en 1953, conoce a “Veli”, el hombre con el que convivirá nada menos que durante 28 años.
En 1957 tuvo la feliz iniciativa de enviar algunos de sus dibujos homoeróticos a una popular revista americana de “músculos” (Physique Pictorial), aunque utilizando el pseudónimo de “Tom de Finlandia”, para evitar utilizar su difícil e impronunciable nombre finlandés (Touko Laaksonen).
Y tanto gustaron sus dibujos que el resto ya es historia.



A partir de aquel momento, deja escapar su imaginación y sus facultades artísticas, y dedica toda su atención a hacer realidad las fantasías homosexuales más salvajes, creando esos iconos del sexo homosexual más oculto y marginal -y por ello, más deseable- que con toda probabilidad jamás serán superados.



Se suceden importantes exposiciones por todo el mundo, convirtiéndose pronto en toda una celebridad gay internacional, junto a sus buenos amigos Etienne y Roberto Mapplethorpe.


La muerte de “Veli” su inseparable amante y compañero en 1981, y la terrible irrupción del SIDA en su más íntimo círculo de amigos, hacen mella en Tom, pero continúa trabajando.
A pesar de la soledad y de la amargura, de la proximidad de la muerte, Tom siempre seguiría dibujando, aún en los duros momentos en que la enfermedad y la medicación hacían que su mano temblara demasiado como para ejecutar un trabajo a la altura de su prestigio. Touko muere finalmente en Helsinki en 1991 a causa de un enfisema.



Sólo desde la perspectiva de estos quince años sin Tom de Finlandia -cuyo 15º aniversario se ha cumplido exactamente el pasado día 7 de noviembre-, alcanzamos a comprender la profunda huella que este increíble artista ha dejado en la sociedad homosexual.


Cuando Tom empezó a dibujar, el homosexual se identificaba más bien con cualquier respetable aspirante a convertirse en mujer o, a lo más, a imitarla. Treinta y cinco años después el homosexual se identifica, se personifica, sin embargo, en cualquier atractivo y varonil granjero, en el duro cargador o estibador del puerto, en un fornido marinero o policía o, sencillamente, en cualquier hombre símbolo de una poderosa y atrayente masculinidad.



La influencia de Tom en esa dirección no es ningún subproducto del arte. Desde el principio él se esforzó por mostrar con franqueza el mundo en que se inspiraba. Todo ello ayudó a forjar una imagen del homosexual asociada a la virilidad y la masculinidad de forma natural, en equivalencia con la de cualquier heterosexual. Por ello, debemos agradecer a Tom su inestimable contribución para crear un mundo en el que todos podamos ser más iguales.



Cuando le preguntaban a Tom si no se avergonzaba al mostrar en sus dibujos a hombres en aquellas actitudes provocativas, respondía, enfáticamente, diciendo lo siguiente: “Todos los días trabajo muy duro para asegurarme de que los hombres que dibujo practicando sexo sean verdaderamente el reflejo de personas que se sienten orgullosas y felices de lo que hacen”.


Gracias Tom. Te echamos de menos.


Jesús Flores

LIBROS


Incorporamos a nuestra biblioteca:
"Becoming a slave - The theory & practice of voluntary servitude
with reflectiones by his slave Patrick"

Jack Rinella

Rinella Editorial Services - Chicago - 2005 - 301 pág. En inglés.

(Agradecemos a la editorial Rinella Editorial Services, de Chicago, cuya gentileza ha hecho posible la incorporación de este libro a nuestra Biblioteca, y muy especialmente a Master Taíno, de Washington, que ha hecho las gestiones correspondientes)


Dice la contratapa:

"Jack Rinella aborda este desafiante tópico con su usual y cuidadoso estilo didáctico poniendo al descubierto un proceso claro de transformación que permite alcanzar exitosamente el estado de esclavitud voluntaria. Este libro es una lectura indispensable para quien aspira a ser esclavo tanto como para el esclavo experimentado y para el master. Master Alex Keppeler, Director Ejecutivo de Masters and slaves Together - MAsT)".

"Becoming a slave" ofrece valiosa información para la gente que está haciendo sus primeros pasos en el camino de la esclavitud tanto como para el esclavo ya establecido y para sus masters. Este libro es una muy necesaria adición a los escasos recursos disponibles para los esclavos que quieren vivir la realidad de esta experiencia más allá de los sueños y fantasías. Christina Parker - International slave 2002".

"En una guía paso a paso sobre cómo convertirse en un esclavo consensual, bien escrita, Jack focaliza los pasos a través de los cuales es posible alcanzar este objetivo. Las reflexiones provistas por su esclavo Patrick dan claridad y una perspectiva complementaria. Jack ofrece grandes visiones acerca de la relación Master/slave, y provee una guía que puede ser útil no sólo en las relaciones M/s sino también en toda relación humana. Master Taíno, productor de la Master/slave Conferenece, y director de la Master Taíno´s Training Academy)."

Sobre el autor:

Jack Rinella es el autor también de The Master´s Manual, The Compleat slave, The Toy Bag Guide to Clips and Clamps, y Partner in Power, todos libros que también se encuentran en nuestra Biblioteca.

Jack Rinella ha sido un participante activo en la escena BDSM americana por más de veinte años. Por cinco de esos años vivió como esclavo al servicio de Master Lynn, y durante los últimos diez años ha sido master de Patrick, su esclavo 24/7.

Inició su carrera como escritor de temas Leather/BDSM en 1992, cuando comenzó a escribir su columna semanal Leather Views, la que todavía sigue apareciendo en el Gay Chicago Magazine. Sus columnas se publican también en Filadelfia, San Francisco, y se distribuyen vía e mail y a través de sitios web. En nuestra Biblioteca tenemos un archivo -permanente actualizado- con estas columnas de Leather Views.

Jack Rinella es miembro del Chicago Helfire Club, miembro fundador de Master And slaves Together - Chicago, e integra la mesa directiva de la Leather Leadership Conference.


BUENOS AIRES LEATHER



BUENOS AIRES LEATHER
por Carlos Ceballos
Club Leather de México
Publicado en Enkidu Magazine (México)
Argentina tiene una enorme y bien ganada tradición ganadera, sus carnes son de una calidad insuperable y la cocina tradicional la presenta en generosos y suculentos platillos que satisfacen a los gustos más exigentes.

Esa industria impulsa a otra, la también reconocida y apreciada industria peletera, del cuero; tanto en exclusivas galerías, como en tiendas, pequeños locales o “tiendas americanas” (de segunda mano), podemos encontrar prendas, artículos y calzado en cuero de altísima calidad, tanto en modelos clásicos como en innovadores diseños de ultima moda.

Caminando por las céntricas calles peatonales de Florida o Lavalle, los pregoneros, nos invitan a conocer sus locales, para apreciar las creaciones y calidad de las hechuras a precios increíblemente bajos para los turistas con dólares, el tipo de cambio actual nos puede permitir adquirir todo un excelente atuendo de cuero por unos cuantos miles de pesos argentinos, lo que en México se convertiría fácilmente en varias decenas de miles, en exclusivas tiendas de Polanco o Santa Fe.

El desfile de pantalones, chalecos, cinturones, sobretodos (abrigos), zapatos, botas o camperas (chamarras) excitan los sentidos por la calidad de la confección y variedad de modelos, el olfato se impregna de inmediato con el inconfundible aroma del cuero curtido, impulsando instintivamente a tocarlas, hechas en texturas suaves como la seda o de gruesos y viriles cueros; para los fetichistas al extremos desearíamos probar, con nuestra húmeda lengua, las opacas o lustrosas texturas, además de mirarnos luciendo, frente al espejo, una recia chamarra o pantalón de cuero argentino.

Lo mismo sucede para los amantes de las botas, quienes podemos gozar de una vista muy poco conocida en México, la profusa gama de botas de montar que son toda una tradición por la afición a la equitación o para jugar polo... cuando te das cuenta, además de una estimulante erección, tienes entre manos unas diez o doce tarjetas de diferentes negocios de “LEATHER”, palabra común en la ciudad para referirse al cuero.

Muy cerca de ahí, y de manera más anónima, un local nos invita a conocer otro tipo de cuero, uno que se trabaja con una alta dosis de refinamiento: el del estilo de vida LEATHER porteño.
Si bien se desarrolla de manera pública y muy activa en los subsuelos de Buenos Aires, también se da a nivel del mar o en las alturas de añejos o modernos edificios de la majestuosa ciudad.
En el número 506 de la calle Esmeralda, antes de cruzar Lavalle, y dentro de las instalaciones del complejo de cines “ABCex”, los integrantes y amigos del “Buenos Aires Leather Club” nos reciben todos los días lunes, y el ultimo viernes de cada mes, a sus reuniones de acción en espacios diferenciados para ello, pasadas las 10 p.m.

Coger, lamer, mamar, ducha dorada, empuñar (fisting), nalguear, azotar, sumisión, perforaciones, dildos, etc. son también prácticas comunes entre los “ches del cuero y de las botas”, oscilando entre el fetichismo por el cuero o el refinado S-m.

Bs. As. cuenta con todo para convertirse en el Ámsterdam o Hamburgo leather latino: ambiente de puerto, bodegas abandonadas, parques misteriosos que se prestan al “ligue”, el rugir de las múltiples motocicletas por las calles y avenidas, excelente cuero, climas extremos que invitan tanto a la cachondería de andar por las calles sin remera (camiseta) y en short, o cubrirse en cuero de pies a cabeza según la estación del año además la reciente aprobación de la Ley de Sociedad en Convivencia entre homosexuales, impulsa una política “gay friendly” en la ciudad; pero ante todo la posibilidad de encuentro con hombres intensos con aroma a carnero, en una mezcla exquisita entre la imagen europea y la calidez latina, aplicando la actitud leather con gran aplomo, para muchos el ideal de un leather;

¿ Enamorado ? Si por supuesto, es difícil no enamorarse de Buenos Aires y sus hombres, no se diga de los Leathers porteños, seguros de si mismos, directos sin llegar a la grosería de los que se dicen honestos; portando con orgullo sus prendas en cuero, combinándolos con atuendos vaqueros o de influencia militar, muchos de ellos de una accesibilidad inmediata, sin las poses de muchos co-nacionales con tres incipientes meses en el gimnasio sintiéndose Brad Pitt o Eduardo Verástegui.
No quiero sonar malinchista, en absoluto, pues entre nosotros también existe gente leather estupenda, pero hay que saber reconocer los valores ajenos y los defectos propios.
Entre los valores comunes el respeto fue el que nos encontró con los miembros de “Buenos Aires Leather Club”, grupo argentino con quienes se hermanó el “Club Leather de México”, en la visita que hicimos “Master Daddy” y su narrador “Chiquileather” en mayo de 2003.

El objetivo principal de esta unión es la de fomentar el “estilo de vida leather” entre nuestros países y apoyar a los grupos afines en Latino América, crear pues, un puente de intercambio.
Aceptar esta fraternidad implica trabajar con seriedad, sin dejar de ser amenos y divertidos; llegamos casi cuatro décadas tarde, a la fiesta leather mundial, mantenemos la directriz de actualizarnos permanentemente y allegarnos de nuevos interesados, mucho daremos de que hablar en los próximos años.


LEATHER Y MASCULINIDAD V


¡Yo quiero ser un macho man !
La “representación” camp de la masculinidad
en la identidad gay-leather

Alfonso Ceballos Muñoz
Publicado en Hartza

Continuación

Por otro lado, el finlandés Touko Laakssonen (1920-1991), más conocido como Tom de Finlandia, imprimió carácter en el gay way of life con sus dibujos.
Aunque comenzó tímidamente enviando en 1957 sus bocetos a la famosa revista norteamericana pseudo-gay Physique Pictorial, no fue hasta 1978 cuando, al organizar una exposición retrospectiva de sus dibujos, comienza a adquirir fama mundial que hasta entonces sólo gozaba en los Estados Unidos.
En ellos recrea un mundo de uniformes, músculos hiperbólicos, sobresalientes entrepiernas, genitales desmesurados y rasgos exageradamente masculinos.
Uno de sus personajes, Kake, es “el arquetipo de motorista enfundado en ropas de cuero cuyas costuras revientan por sus numerosos bultos. Y con él toda una cohorte de marineros, camioneros y cowboys que reflejan la nueva imaginación erótica gay”.
De esta forma Tom de Finlandia contribuye, al igual que Village People, a construir ese ideal hiperviril desplazando otras construcciones de lo masculino y estableciendo de manera normativa una identidad clónica del gay-leather.

LEATHER Y MASCULINIDAD IV


¡Yo quiero ser un macho man !
La “representación” camp de la masculinidad
en la identidad gay-leather

Alfonso Ceballos Muñoz
Publicado en Hartza
(Continuación)

Al mismo tiempo que la cultura hegemónica heteropatriarcal iba imponiendo la construcción de la canónica masculinidad a través de estos iconos, la identidad gay, consciente de sí misma y tras las revueltas de Stonewall en 1969, comienza a construir también su propia imagen de masculinidad.
La cultura hegemónica les había dicho que no eran “hombres reales” y, por lo tanto, el gay tenía que reinventarse a sí mismo continuamente. Denegado su acceso a la identidad de género tradicional, improvisaba e imaginaba nuevas posibilidades.
Mediante el estilo, la imaginación y el ingenio, la cultura gay masculina siempre ha buscado nuevas formas de presentación como respuesta a la norma que en la mayoría de los casos son paródicas.
Así, hacia mediados de los años 70, los homosexuales comenzaron a manifestar públicamente nuevas imágenes personales claramente identificables.
El estilo blando de ser hombre que marcó la vida gay antes y justo después de Stonewall fue desplazado por una versión gay procedente de las imágenes más tradicionales de masculinidad.
El hombre duro con barba y atuendo de cuero del Village era posiblemente la misma reinona inofensiva y dulce de hacía diez años. Estos hombres apropiaron el aspecto masculino normativo de los años 50 y primeros 60 y lo mejoraron y reelaboraron, convirtiéndolo en el butch drag.
De tal manera se convirtió en patrón estándar que muchos críticos concluyeron en denominarlo el clon style. La apariencia física del clon era el primer signo de un nuevo tipo de masculinidad gay. Los clones usaban estereotipadamente significantes masculinos tales como musculatura, vello facial, pelo corto y ropa tosca y funcional para expresar dicha virilidad.
Pero no todo quedaba en aspecto físico personal. La retórica butch usaba significantes hipermasculinos estilizados y reciclados para que a su vez también expresasen masculinidad: forma de hablar exenta de pronombres femeninos; posturas que denotaban distancia, inexpresividad facial y porte enérgico; decoración high tech, tanto en lugares de encuentro como viviendas...

Más arriba se hacía un breve repaso a cómo el discurso heteronormativo había construido un tipo de masculinidad hegemónica y utilizábamos tres iconos culturales como epítomes de la misma. Sin embargo, la identidad gay no está carente de sus propios iconos cuando se trata también de masculinidad. Como ejemplos más significativos nos quedaremos con el look y las letras del grupo Village People y con los dibujos de Tom de Finlandia.

Los que vivimos los años ochenta en todo su apogeo recordamos con agrado, y también con cierta nostalgia, esa música disco tan pegadiza que logró todo un cambio cultural.
Nuestros pies (y nuestros ojos) se dirigían con tímidos pasos hacia una estética y una manera de ser y actuar.
Uno de los elementos culturales que difundieron dicha cultura vino de la mano (y del look) de los famosos Village People que, con canciones tan pegadizas como Y.M.C.A, In the Navy o Macho Man, impusieron un marchamo de virilidad y la impronta del macho duro en la mentalidad occidental y, por supuesto, en la imagen del gay que se comenzaba a construir desde mediados los años 70 .
Como precisamente este grupo escapaba de ser etiquetado como gay coqueteaba con lo queer tanto por su indumentaria hiperbólica (el motorista de cuero, el indio, el policía, el marine, el vaquero y el obrero de la construcción, arquetipos de la “cultura norteamericana” adoptados por la inmensa mayoría de los gays urbanos estadounidenses) como por sus letras; sin embargo la película Can’t Stop the Music, llena de referencias al estilo de vida gay, estaba basada en patrones típicamente heterosexistas.

Continúa

LEATHER Y MASCULINIDAD III

¡Yo quiero ser un macho man !
La “representación” camp de la masculinidad
en la identidad gay-leather

Alfonso Ceballos Muñoz
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(continuación)

En 1984, James Cameron sorprendió al mundo con The Terminator.
Todos tenemos en mente esa enorme y todopoderosa mole de músculos (o de circuitos integrados) que ya no tiene nada de humano y que connota la potencia absoluta. Con su enorme “pistolón” de cañones recortados (prolongación de sus genitales), montado sobre una Harley (¡otra vez!) y tras haberse agenciado por las malas una indumentaria completa de cuero negro (que le viene a la medida), Schwarznegger remitía a la total ausencia de dolor, de miedo y de ataduras sentimientales que le hacen incomparablemente menos vulnerable que el más fuerte de entre los machos.
El éxito del cyborg residía precisamente en la realización de proezas técnicas incontestables y en ofrecer durante dos horas un despliegue de hipervirilidad que no existe en la vida real.
Pero de nuevo esta imagen del cyborg-terminator remite a la construcción de la identidad en el sentido en que “neutraliza dicotomías aceptadas como tales como humano/máquina”.

LEATHER Y MASCULINIDAD II

¡Yo quiero ser un macho man !
La “representación” camp de la masculinidad
en la identidad gay-leather

Alfonso Ceballos Muñoz
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(continuación)


Saltando el paréntesis de la década de los 60, en la que la evolución hacia cambios culturales más radicales (como la generalizada desilusión con el orden social y moral, la tendencia cada vez mayor hacia la libertad personal y el énfasis sobre la expansión de la conciencia, añadido a la segunda ola del feminismo) dio lugar a una masculinidad afeminada y blanda, el final de la década vuelve sobre esta re-construcción del hombre masculino, esta vez a manos de la publicidad.

En 1964, la compañía tabacalera Philip Morris lanzaba sus anuncios de la marca Marlboro. Atractivo y dotado de rasgos faciales duros pero expresivos, el hombre de Marlboro decía a los varones que fumar y masculinidad madura eran compatibles.

Los anuncios de esta marca de tabaco iban muy en serio. Vistiendo ropa vaquera, un sombrero Stetson y a menudo sobre un caballo, este hombre solo en medio de una idealizada pradera invocaba la hombruna masculinidad de los westerns hollywoodienses así como la condición existencial de soledad del hombre moderno.

La ausencia de mujeres como refuerzo de una atmósfera viril es significativa de cómo dichos anuncios construyen un mundo exclusivamente masculino.

Sus posturas y proximidad mutua, al mismo tiempo que el subrayado de determinadas partes corporales, creaban un subtexto distintivamente homoerótico, ya que como Buchbinder: “los términos ‘heterosexual’ y ‘homosexual’ tienen sentido sólo en relación uno con otro, lo que sugiere que puede que haya una relación más estrecha entre homosexualidad masculina y masculinidad patriarcal de la que la mayoría de la gente en la cultura encontraría creíble o aceptable.” (132)

El mítico vaquero abarca todos los estereotipos masculinos que se resumen en uno: la búsqueda incesante de la virilidad por parte del hombre al confrontarse con otros hombres.

Lydia Flem, habla del placer que sienten los hombres cuando se hayan en un terreno que les es común y propiamente masculino: el del combate. El enfrentamiento no impide la virilidad de los sentimientos. Además la amistad entre hombres –con una cierta homosexualidad latente- refuerza la masculinidad, que se ve amenazada por la mirada femenina. En caso de conflicto, vencerá el deber de la solidaridad y el “corporativismo” masculinos, y el vaquero terminará buscando nuevas aventuras en solitario.

Continúa


LEATHER Y MASCULINIDAD I


¡Yo quiero ser un macho man !
La “representación” camp de la masculinidad
en la identidad gay-leather

Alfonso Ceballos Muñoz
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Desde los años 50 se venía fraguando la imagen del “macho” promocionada por los medios de comunicación de masas y convirtiéndose así en toda una convención cultural.
Dicha convención reside en el cambio cultural respecto al cuerpo masculino producido en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y los años de la post-guerra.
La exhibición de poder, vigor, fuerza y masculinidad agresiva favorecía una imagen nacional que regresaba al antiguo mito de los conquistadores del oeste: hombres rudos, fornidos y arrojados que con trabajo y sudor consiguen levantar un país. Michael Bronski lo especifica de esta forma:

La presentación del cuerpo masculino en la cultura norteamericana comenzó a cambiar después de la Segunda Guerra Mundial. Los hombres que regresaban de la contienda se sentían más a gusto con su aspecto físico. Las fotos en revistas como Life y Look mostraban soldados y marines (casi todos de raza blanca) informalmente descamisados o haciendo gala de cuerpos musculosos trabajando en la base o en el frente. Después de la guerra, que los hombres cubrieran sus torsos en la playa era una práctica aceptada, moda que cambió cuando las fuerzas armadas, en un intento por conservar su personal, distribuyeron sólo bañadores para sus tropas. (cfr. Bronski 1998:89).

Desde entonces, la publicidad, el cine, las artes figurativas y la música contribuyeron a construir una imagen consciente de la masculinidad, al poner el énfasis sobre todo en códigos heteropatriarcalmente asumidos y al elaborarlos con patrones comportamentales marcados como viriles.
La masculinidad se leerá por lo tanto como “no-debilidad” y, así asociada a valores tales como la fuerza, el control, la impasibilidad y la agresividad.

Son los Estados Unidos, que no tienen rival cultural, los que indiscutiblemente han impuesto al resto del mundo su ideal de masculinidad.
Como ejemplos significativos nos remontaremos en el tiempo hasta tres iconos culturales norteamericanos que han servido de modelos cooperando en la construcción de esta hipervirilidad y que posteriormente fraguarán en la identidad gay-leather: Marlon Brando en la película Salvaje, el vaquero de Marlboro y, ya en los años 80, Arnold Schwarznegger como Terminator.

En la cultura norteamericana de los años 50, la imagen del delincuente juvenil estaba fuertemente ligada a la erotización del cuerpo masculino y la homosexualidad.
El rebelde masculino era considerado una amenaza para el género, la familia y el orden social. Soltero, demasiado masculino y sin ningún compromiso con mujeres que pudieran domarlo, el rebelde masculino sólo podía causar problemas.
En la película Salvaje (The Wild One, 1953) –epítome del rebelde adolescente- un hombre asustado de clase media le pregunta a un Marlon Brando en atuendo de cuero y montado sobre una Harley: “¿Contra qué os rebeláis los adolescentes?” a lo que responde “¿Qué es lo que ves?”. El salvaje que Brando mostraba era difícil y peligroso de conocer.
La popularidad de la película no radicaba en su perspicacia social sino en su atractivo sexual, particularmente el de Brando.

Para la cultura hegemónica la imagen del salvaje –al igual que el miedo y la excitación que provocaba- se asociaba con su implícito homoerotismo.
Los textos de psicología de la época establecían una conexión entre el “rebelde” social y el homosexual. La soltería del homosexual masculino –su naturaleza predadora y sexualmente promiscua, unido a su incapacidad para sociabilizar- era una patología destacada en la literatura psicoanalítica de los años 50.
Los hombres sin mujeres eran peligrosos; el cuerpo masculino erotizado era un cuerpo peligroso. La lacra social de la delincuencia se convirtió en equivalente de la enfermedad social de la homosexualidad. En palabras de un psicoanalista de finales de la década, los homosexuales eran sencillamente: “asustados fugitivos de las mujeres, que huyen despavoridos a ‘otro continente’” (cfr. Bergler 1961).

A través de los años 50, la cultura hegemónica fue construyendo estas imágenes de delincuencia juvenil y huída de lo femenino como extremadamente eróticas. El delincuente joven y blanco se convirtió en el símbolo antitético de la sofocante seguridad de la heterosexualidad institucionalizada. Tanto una amenaza como una fuente de placer indirecto, era simultáneamente el “forajido” que violaba la ley y reafirmaba la supuesta naturaleza del orden natural de la heterosexualidad.

Libros: "Leathersex Q&A"

Incorporamos a nuestra biblioteca:
"LEATHERSEX Q & A - Questions About Leathersex And The Leather Lifestyles Answered"

Joseph W. Bean -
Daedalus Publishing Company - San Francisco - 1996.
246 pág. En inglés.

Dice la contratapa:

"Leathersex Q & A es una fuente de información sobre este especial estilo de sexualidad. Las preguntas y respuestas comprenden una amplia gama de temas incluyendo SM, bondage, relaciones, seguridad, espiritualidad, historia, y mucho más. Las respuestas contenidas en este libro son respuestas del autor a cartas recibidas a lo largo de muchos años en su carrera como conferencista, columnista y editor de revistas para hombres gay leather. Cada pregunta es respondida con sensibilidad y profundidad como solo alguien con una amplia experiencia en este estilo de sexualidad puede hacerlo."

"Joseph W. Bean es uno de los escritores, editores y conferencistas más activo en el campo de la sexualidad leather. Ha estado involucrado en SM y sexo leather por más de treinta años, y ha escrito sobre estos temas por más de veinte años.
Es invitado regularmente a dictar conferencias en universidades, ha aparecido en la televisión nacional, y mantiene una vigorosa presencia en eventos educacionales a lo largo del país. Actualmente reside en San Francisco donde es director de edición de siete revistas para hombres gay. "

Está disponible, para nuestros miembros, el listado completo de libros, revistas, publicaciones, documentos, películas, etc. que integran nuestra Biblioteca-Archivo e información sobre nuestras actividades

La cultura leather





Orígenes en los '50


A comienzo de la década de los 50 aparecen en Estados Unidos los primeros colectivos gays que se identifican con formas y códigos tradicionales de la masculinidad.

Hasta la época las representaciones sociales y mediáticas de los gays se basaban en la imagen del homosexual afeminado, produciéndose en el imaginario social una identificación casi completa entre gay y "lo femenino": fragilidad, sensibilidad, estñetica delicada, dulzura, amaneramiento, etc. Es el prototipo de "la loca", del gay con pluma.


Durante la segunda guerra mundial se crearon en el ejército numerosos lazos homoeróticos entre hombres que hasta ese momento habían vivido en el armario. Incluso muchos de ellos sufrieron la represión homófoba que careacteriza al ejército y fueron expulsados del mismo.

No obstante, al terminar la guerra, algunos de estos hombres, atraídos por ciertos valores adquiridos y experimentados en el ejército, como disciplina, compañerismo, solidaridad, jerarquía, indumentaria, las insígnias, etc. deciden continuar reuniéndose en pequeños grupos de aficionados a las motos, estética "dura" basada en el cuero como signo de identidad, y elementos característicos del cuerpo masculino: los bigotes, el vello corporal, los músculos, la fuerza física...


Los primeros grupos leather se constituyen en California alrededor de estos códigos en los años 50.




En 1954 se estrena la película The Wild Ones, de Laslo Benedek, protagonizada por Marlon Brando. En esta película Brando hace de líder de uno de estos moteros marginales; los guionistas se habían basado en los pequeños grupos leather existentes en aquel momento. A su vez la película tuvo mucho éxito y realimentó la creación de una red cada vez más extensa de grupos leather en los EEUU.

Los dorados años '60-'70

A comienzos de los 60, las comunidades leather gozan de cierta difusión dentro del mundo gay americano.
Un reportaje de la revista "life" en 1962 sobre la comunidad, habla de los leather como "el lado antifemenino de la homosexualidad".

A partir de ese momento california vive una importante inmigración de gays leather, de modo que a comienzos de los 70 existe una abundante proliferación de bares y clubs donde se celebran fiestas y orgías con sofisticados códigos y nuevas prácticas sexuales (back-rooms, slings, fist-fucking, uso de dildos, importancia de la zona anal, prácticas sadomasoquistas...) Clubs como The Catacombs, Inferno o Shaw's atraen muchos gays de Estados Unidos y de Europa, entre ellos el filósofo francés Michel Foucault, quien hace una lecturas muy interesante de las prácticas sadomasoquistas.

La crisis de los '80

Con la aparición de la pandemia del sida a comienzos de los años 80 hay que hablar de un periodo de crisis del movimiento.
El sida, con sus efectos devastadores, supuso un cambio en las prácticas y en las formas de organización de estos colectivos.

Las comunidades leather-SM reaccionaron rápidamente e iniciaron fuertes campañas para implantar el sexo seguro, con iniciativas mucho más organizadas y precoces que las propias administraciones Reagan-Bush, cuya pasividad supuso una especie de genocidio planificado.

Los cuartos oscuros y las saunas fueron cerrados por las autoridades (sin medidas complementarias de tratamiento o información) de forma que los colectivos leather-SM tuvieron que reorganizarse en clubes privados con fuertes medidas de higiene y seguridad.

En la actualidad

Hoy en día algunos locales y saunas de EEUU han vuelto a abrir pero sigue habiendo bastantes limitaciones para practicar el sexo en ellos.

Actualmente las comunidades leather están extendidas por muchos países del mundo, organizadas en clubes, asociaciones, locales, páginas web, libros y revistas especializados etc. Quizás hayan perdido algo del carácter clandestino y transgresor que tenía en los años 60-70, pero por otra parte su visibilidad supone un reto a los intentos de normalización que se ciernen sobre la comunidad gay.

GUY BALDWIN - "TIES THAT BIND"


GUY BALDWIN EN "DIVERSA" Y EN NUESTRA BIBLIOTECA

En estos días hemos podido ver en Buenos Aires, en el marco de DIVERSA - Festival Internacional de Cine Gay Lésbico de Buenos Aires, que se desarrolló del 9 al 19 de noviembre, el film "Mr. Leather", del director Jason Garret, un documental sobre el Mr. Los Angeles Leather, que sin embargo muestra muchas más cosas.

Y en ese panorama de la cultura leather americana que se muestra deliberadamente en la película, con ese inocente tono divertido, no podía faltar Guy Baldwin, quien aparece en varias escenas con una placa sobreimpresa en la que junto a su nombre se menciona su libro "TIES THAT BIND".

Tenemos en nuestra biblioteca un ejemplar de "TIES THAT BIND - SM/Leather/Fetish Erotic Style. Issues, Commentaries and Advice", Editorial Daedalus Publishing Company, Los Angeles, 239 pág., en inglés, a disposición de todos nuestros miembros.

Guy Baldwin es un famoso hombre leather americano, psicoterapeuta, educador, conferencista y escritor.
Es lo que la gente leather americana llama un "elder of the Tribe".
Y, como aparece en la película, actúa -al igual que otros de su generación- como engranaje para transmitir los conceptos, valores, estilos, costumbres y tradiciones originados en la Old Guard americana, replanteados en algunos aspectos por la llamada New Guard, a los hombres leather actuales.

Una película para ver, un libro para leer.



Está disponible, para nuestros miembros, el listado completo de libros, revistas, publicaciones, documentos, películas, etc. que integran nuestra Biblioteca-Archivo e información sobre nuestras actividades