miércoles, 25 de noviembre de 2009

La subcultura leather (1a. parte)


La subcultura leather (cuero) incluye una serie amplia de prácticas sexuales y estilos de vestir relacionados con una sexualidad alternativa y no convencional, que muestra el uso de prendas de cuero como punto de convergencia. Las afiliaciones ligadas a la subcultura leather incluyen el fetichismo con ciertas partes del cuerpo o prendas, el erotismo hedonista, y también (aunque no siempre) elementos de sadomasoquismo.

Aunque esta subcultura se ha extendido al mundo heterosexual, bisexual y lésbico, su origen surgió definitivamente en el mundo gay de mediados del siglo XX.
Los primeros clubs gais leather se formaron en los años de la Segunda Guerra Mundial en los grandes puertos de los Estados Unidos.
Entre los millones de hombres que se enlistaron para servir a su país en esos años, obviamente estaban incluidos miles de homosexuales que no se identificaban con la imagen afeminada del gay que predominaba en esa época. Muchos de ellos se vieron atraídos por la vida militar, por su jerarquía, y el por uso de uniformes. Todos esos elementos denotaban una imagen de masculinidad que atrajo a hombres atraídos por hombres.

Por los mismos años, en Europa surgió el trabajo de un artista que se convertiría en un pionero de la comunidad gay, Touko Laaksonen, o Tom de Finlandia. Laaksonen, quien participó en la Segunda Guerra Mundial en la Armada Finlandesa, comenzó sus primeros trabajos de dibujos eróticos sobre trabajadores masculinos de su país.
En 1956, Tom se hizo famoso en los Estados Unidos cuando sometió sus ilustraciones a la revista erótica Physique Pictorial. Inmediatamente, su trabajo llamó la tención de la comunidad gay, especialmente de aquellos que se identificaban con sus imágenes llenas de hombres masculinos en trabajos de soldados, policías y marineros, motociclistas y encuerados. Su trabajo se convertiría en un ícono no sólo de la comunidad gay, sino de la cultura popular en general. Algunas de sus ilustraciones incluso llegarían a estar expuestas permanentemente en el Museo de Arte Moderno (MoMA) en la Ciudad de Nueva York.

Otro pionero en la extensión de la subcultura gay leather y en la lucha de la comunidad gay ha sido Chuck Renslow. En 1950, Renslow fundó Kris Studios, una de esas revistas de los años cincuentas que supuestamente trataban sobre fisicoculturismo, pero en realidad eran dirigidas al público gay como una forma disimulada de vender pornografía.
En esa revista, las fotografías sobre modelos vistiendo atuendos de cuero fueron comunes. Renslow también fundó el primer bar abiertamente leather en Chicago, el Gold Coast, en 1958. En ese mismo año, Chuck Renslow empezó su activismo político cuando tuvo que defender su revista ante la justicia por la acusación de que ésta era pornográfica. En un tiempo cuando no era común que los acusados homosexuales se defendieran, Renslow alegó el caso y lo ganó. Adujo que incluso las estatuas en el Ayuntamiento de Chicago estaban desnudas y que eso no quería decir que fueran pornográficas, como tampoco lo era su trabajo.

Desde su formación en la década de 1940 y durante los cincuentas y sesentas, la subcultura gay leather mantuvo ese proceso de desarrollo y maduración de una hipermasculinidad asociada al fetichismo. Durante la década de 1970 e inicios de los ochentas, la subcultura leather alcanzaría su mayor desarrollo y su mayor difusión, tanto a nivel masivo como en su ámbito underground.
(Continuará).

martes, 17 de noviembre de 2009


"Un año sin amor"
en
"Otras historias de amor "
Incorporamos a nuestra Biblioteca un ejemplar del libro: "Otras historias de amor. Gays, lesbianas y travestis en el cine argentino", de Adrián Melo, 464 págs. Ediciones LEA Colección Filo & contrafilo.

El personaje Pocholo –interpretado por el actor Homero Cárpena en la película Los tres berretines (Susini, 1933)– es la primera marica engendrada por el cine argentino.
La mariquita, la primera y más perdurable imagen que retrata al futuro personaje gay, tiene siempre las mismas características: aparece como un recurso infalible para hacer reír y es el blanco de todas las burlas.
El estereotipo se repite hasta el cansancio en los coreógrafos, modistos o mayordomos de las películas protagonizadas por actores cómicos populares como Niní Marshall, Luis Sandrini y Olmedo y Porcel, entre otros.
Por su parte, la representación fílmica de lesbianas nace de la mano del cine de cárceles de mujeres en películas como Mujeres en sombra (Catrani, 1951) o Deshonra (Tinayre, 1952).
Parece haber en ellas una pedagogía moralizante: si la mujer es lesbiana merece estar entre rejas.
Partiendo de estas ficciones cinematográficas fundantes y de la larga invisibilidad de las travestis, la presente obra analiza las formas de representación fílmica de las diversidades sexuales desde los años treinta hasta la actualidad del cine argentino.
Así circulan por el libro desde extrañas ternuras entre marineros, soldados, futbolistas, guapos, hermanos, gauchos y malevos; pasando por mujeres travestidas de varón y representaciones de la homosexualidad masculina y femenina asociadas con la delincuencia, la criminalidad y el vagabundaje hasta los escenarios actuales a partir de los cuales el cine argentino insiste en retratar los amores y los deseos distintos al heterosexismo.
Otras historias de amor reúne textos de destacados intelectuales que abordan el tema desde enfoques originales y libres de prejuicios: Carla Marcantonio, Adrián Melo, Emilio Bernini, Hugo Salas, Néstor Artiñano, Natalia Taccetta, Fernando Martín Peña, Alejandro Modarelli, Anabella Speziale, Patricia Montenegro, María José Rossi, María Sol Aguilar, Marcelo Raffin, Ricardo Rodríguez Pereyra, Edgardo Cozarinsky, Lucas Rozenmacher, Gonzalo Aguilar, Gabriel Giorgi, Daniel Link y Diego Trerotola.
Y en esta colección de textos existe uno especialmente dedicado a "Un año sin amor".
Todo lo referido a esta película, en nosotros la gente leather, y la gente de nuestro Club en especial, moviliza nuestras emociones.
Pero más allá de lo emocional, nos parece muy importante que en este análisis de las representaciones de la diversidad sexo-genérica en el cine nacional se otorgue un espacio especial a "nuestra" Un año......
Y nos parece muy importante que a través de éso se deje constancia de otra representación, y de otro estilo, el nuestro, diferentes al estereotipo dominante.

jueves, 22 de octubre de 2009

LA IDENTIDAD LEATHER


LA IDENTIDAD LEATHER
por Leather Netherlands
Traducción: Luis Falcón
En su libro "Leathermen Speak Out, An Anthology of Leathersex", Jack Ricardo define "hombres leather" como aquellos hombres que valoran y practican el arte del sexo leather. (1)
Pero por alguna razón, yo siempre he pensado que el sexo nunca puede ser el ùnico factor definitorio de mi identidad leather. Después de todo, hay hombres gay que practican bdsm sin usar cuero.
En un artículo publicado en el 2006, Mosher, Levitt y Manley nos ofrecen una definición más amplia. Estos autores señalan 5 elementos que caracterizan nuestra identidad leather. (2)
1.- MASCULINIDAD
Nuestra cultura leather está plagada de imágenes y símbolos de hipermasculinidad. Grandes músculos y genitales son a menudo enfatizados en el arte que coleccionamos, en los anuncios de nuestras fiestas, etc. No todos nosotros lucimos como los muchachos de Tom of Finland pero, sin duda, nosotros valoramos especialmente el comportamiento y la apariencia masculina.
Esta erotización de la masculinidad contenida en la subcultura leather es el elemento básico que forma nuestra identidad: somos hombres leather no solo porque vestimos cuero sino, primero y fundamentalmente, porque somos HOMBRES !
2.- NUESTRA VESTIMENTA
Nuestra vestimenta es el elemento más visible de nuestra identidad.
Cuando llevamos nuestra vestimenta leather no solo estamos expresando nuestras preferencias sexuales sino que también estamos demostrando que formamos parte de una comunidad leather. En otras palabras, la vestimenta hace a los hombres leather, pero solo porque el hombre que la lleva conoce lo que significa llevar ese atuendo.
3.- SEXO
Nos gustan otros sabores del sexo diferentes a los del "sexo vainilla". Y en los casos en los que practicamos bdsm, éste no se limita a cuestiones como el poder y el dolor. Bdsm involucra sentimientos como la confianza y la vulnerabilidad. Al asumir un rol (master/slave; daddy/boy, etc.) no solo nos estamos dando la oportunidad de involucrarnos en una escena sexual altamente satisfactoria sino que al hacerlo también nos estamos dando la oportunidad de aprender más sobre nosotros mismos y sobre nuestras necesidades.
4.- TRANSFORMACION
Cada uno de nosotros, alguna vez nos asumimos como homosexuales. Y con el leather hubo otra asunción. Toma tiempo aceptar y concretar nuestro interés leather. Y toma tiempo el poder actuar de acuerdo a ese interés y a esa aceptación. Cada uno de nosotros hace su propio viaje, tiene su propia historia. Todos nos hemos puesto nerviosos la primera vez que entramos a un bar leather, a una fiesta leather o al tener un encuentro con un hombre leather cuando todavía nos nos veíamos a nosotros mismos como un hombre leather.
Este proceso de transformación de ser un hombre gay a convertirse en un hombre leather , nuestro "segundo coming out", es un elemento compartido en nuestra comunidad, algo que todos nosotros experimentamos y que es un punto especial en nuestro viaje leather personal.
5.- COMUNIDAD
Como todos los seres humanos en este mundo, nosotros también nos comparamos con otros.
No necesariamente en una forma negativa.
Nuestra comunidad leather nos provee hombres leather a los cuales podemos admirar, en los que podemos reconocernos a nosotros mismos, con los cuales podemos relacionarnos y conectarnos.
Además, nuestros valores comunitarios nos permiten ser nosotros mismos: lealtad, hermandad, camaradería.
Es un camino de dos direcciones: juntos construímos una comunidad leather, y al aventurarnos dentro de esa comunidad somos percibidos como hombres leather.
Estos 5 elementos fundamentales de la identidad leather llevan la definición de hombre leather más allá de la limitadamente señalada por Jack Ricardo, que antes citáramos. No es exactamente solo acerca de sexo. Es sobre el amor a los hombres y la masculinidad. Es acerca de usar una vestimenta sabiendo todo lo que ello implica. Es acerca de comunidad y camaradería. Y cuando se involucra el sexo se trata de nuestras propias necesidades íntimas , no solo del dolor , sadismo y masoquismo, sino también de nuestras necesidades y de nuestro proceso interior de transformación y crecimiento.
Podemos decir que ser un hombre leather o tener una identidad leather comprende todas esas cosas que existen en nosotros por debajo del cuero que cubre nuestros cuerpos.
NOTAS:
1.-Jack Ricardo, "Leathermen speak out. An anthology of leathersex". San Francisco, Leyland Publications, 1991.
2.- Chad M. Mosher, Heidi M. Levitt, Eric Manley: "Layers of Leather: The identity of leathermen as a process of transforming meanings of masculinity", Journal of Homosexuality, March 2006, 93-123.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Lazos que unen


"LAZOS QUE UNEN"
por Guy Baldwin
En el verano de 1977, compartí una escena con Jim Ed Thompson y quien luego sería mi amante, al que Jim me entregó como regalo de cumpleaños.
Jim Ed lo encontró en un bar, le puso una máscara que le cubría los ojos, lo llevó a dar unas vueltas y luego lo llevó a mi casa.
Jim se lo puso sobre sus hombros y lo cargó hasta mi playroom. Mi amante no sabía dónde estaba. Compartimos escenas muy calientes durante varias horas. Nunca lo olvidaré...nunca.
Hoy, me enteré de la muerte de Jim Ed y una parte de mí se fue con él. Porque él ha sido uno de los grandes habitantes de la villa, un portador del fuego sagrado.
Temprano, monté en mi Harley en una carrera en su honor. Escuché al viento pegando en mis oídos, con la esperanza de encontrar algun signo, como quien intentan interpretar los oráculos de Delfos. Oí sonidos, pero no pude comprender su significado.
Repentinamente, en mi mente apareció Jim Ed jugando con mis amigos Larry Hunt, Bruce Rapp, Mike Cahalin, y otros grandes habitantes de la villa que también nos dejaron. Y entonces una sonrisa iluminó mi cara triste.
Este año, daré treinta fuertes latigazos en su honor, en el Inferno.
Adiós, mi Amigo.
Guy Baldwin
Este texto de Guy Baldwin se publicó originalmente como una nota en memoria de su amigo Jim Ed Thompson en la revista Drummer, y luego aparece como dedicatoria en su libro "Ties that Bind" (que traducimos como "Lazos que unen"). Disponible en nuestra Biblioteca.

martes, 2 de diciembre de 2008



Un año sin Carlos Ceballos

"Fue uno de nosotros"


Publicado en Enkidu Magazine (México)

1 de diciembre de 2007


Este 1° de diciembre, se cumplió un año desde aquél día en el que abrimos nuestra casilla de correos electrónicos y encontramos ese mensaje, fechado en la Ciudad de México, que -con una cruel economía de palabras- solo nos decía: "Charlie se nos fué".

Durante este año nos aferramos a los buenos recuerdos, a las imágenes de tantos buenos momentos compartidos, para intentar convertir ese terrible dolor inicial en esta sensación de vacío que nos acompañará por el resto de nuestras vidas.

El vacío que dejó en nuestros corazones la partida de un compañero, de un amigo, de un hermano.
El vacío que dejó en el activismo mexicano por los derechos humanos y civiles la pérdida de un luchador al que Xabier Lizarraga Cruchaga incluyó entre aquellos que -según sus palabras- abren brecha y hacen camino, con decisión ("Una historia sociocultural de la homosexualidad - Notas sobre un devenir silenciado").
El vacío, imposible de llenar, que dejó en el mundo de la gente leather de América Latina la pérdida de uno de sus más comprometidos activistas.

Espero no cometer una infidencia cuando, en este aniversario, digo públicamente que uno de los últimos actos de Charlie fue escribir una nota de despedida. Un nota de despedida que dirigió a quienes él llamaba sus "bro", sus brothers, sus hermanos, los miembros de su Tribu.

La gente leather tiene un especial sentido de pertenencia grupal. Y por eso habla de Tribu, y hasta de Nación.
Charlie tenía -con una intensidad especial- ese sentimiento de pertenencia.
No es casual que cuando buscó un título para ese periódico que él creó -y que fué el primer medio de comunicación de la gente leather en México y en América Latina- eligió el de "Noticiero Nación Leather".

Cuando, en este aniversario, vuelvo a leer el texto de esa nota de despedida, no puedo evitar encontrar enormes similitudes con otra nota, también de despedida.
Robert Davolt, escritor, periodista y líder de la comunidad leather de San Francisco -así como Charlie escribía su "Columna de Cuero" en ENKIDU MAGAZINE- escribía una columna en un sitio web llamado "Leather Page", Página de Cuero.
Sabiendo que el final de su vida estaba próximo, Davolt escribió su última columna. Fue también una nota de despedida.
En ella hacía un balance de su vida. De su vida en relación con su familia biológica, con su pareja, y con su Tribu.

Y -dirigiéndose a su gente, a su Tribu- sintetizando ese sentido de pertenencia, finalizó esa última nota con la frase: "Fui uno de ustedes".

Charlie Ceballos fue uno de nosotros.
Estoy seguro que es ésta la forma en la que a él más le hubiera gustado que lo recordáramos.

Pero no fue uno más entre nosotros.
Con su escasa estatura física, y con su enorme estatura humana, Charlie fue un grande entre nosotros.

Por eso, en este primer aniversario, la gente leather de América Latina, desde el Río Bravo hasta los confines australes de la Patagonia, eleva su voz en un grito. En un grito con todas sus fuerzas, como para que Charlie pueda oírlo desde ese punto lejano en el espacio en el ahora se encuentra, y al que nos avisó que partía, en esa última nota suya.

Ese grito repite la frase con la que Charlie, a modo de declaración de fe, finalizaba todos sus mensajes: "Charlie: Por siempre Leather y en Botas !".
Y nosotros agregamos: Eterno en nuestro recuerdo !


Buenos Aires, 1° de diciembre de 2007.

En el primer aniversario de la desaparición física -solo física- de Master Carlos Ceballos, destacado activista por los derechos humanos y civiles, Miembro Fundador y Presidente del Club Leather de México; Miembro Honorario del Buenos Aires Leather Club; Inspirador y Presidente Honorario -post mortem- del Foro Leather Latinoamericano.

LA TRIBU LEATHER DE BUENOS AIRES RINDE HOMENAJE A CARLOS CEBALLOS



Publicado en ENKIDU MAGAZINE (México)

Diciembre 2006



El primero de diciembre abrimos la casilla de correos de nuestro Club con la intención de escribirle a Charlie Ceballos. Queríamos hacerle llegar, y por su intermedio a todos los miembros del Club Leather de México, comentarios sobre nuestra participación en la Marcha del Orgullo GLTTBI de la Ciudad de Buenos Aires realizada el 25 de noviembre.


Como todos los años, habíamos llevado junto a nuestras banderas –leather y argentina- la bandera de México, y queríamos que Charlie supiera la alegría con la que se nos acercaron dos mexicanos sorprendidos al ver su bandera, llevada por argentinos, en la Plaza de Mayo.



Pero al abrir nuestra casilla encontramos un mensaje que decía: “Charlie se nos fue”.



Todos conocen el perseverante trabajo de Charlie Ceballos para difundir la cultura leather en México, y las recientes notas publicadas en Enkidu Magazine en su memoria son suficientemente ilustrativas.



Pero lo que no todos saben –y éste pretende ser nuestro propio homenaje a Charlie- es que su pasión desbordaba las fronteras de su México.Charlie Ceballos, enfundado en sus cueros y sus botas, desde su México, miraba al sur, hacia Latinoamérica. Y soñaba –como nosotros- con el futuro desarrollo de una vida leather latinoamericana, por la que se puso a trabajar fuertemente.



En marzo de 2003, esa pasión lo trajo a Buenos Aires.Una Buenos Aires de la que se enamoró tanto como esta ciudad y su gente leather se enamoraron de él. Ese amor quedó documentado en su nota titulada: “ Buenos Aires Leather”, publicada en su Columna del Cuero en ENKIDU MAGAZINE.



En esa oportunidad –siguiendo la tradición leather- celebramos el Pacto de Hermandad que desde entonces une al CLUB LEATHER DE MEXICO con el BUENOS AIRES LEATHER CLUB.Y allí comenzó una acción conjunta tendiente a impulsar el desarrollo de la vida leather en ambos países, y a constituír una columna vertebral para el desarrollo de la vida leather en América Latina.


Su segunda visita a Buenos Aires, en noviembre de 2004, encabezando un grupo de miembros del Club Leather de México, para participar en nuestra Semana del Orgullo Leather y en nuestro contingente leather en la Marcha del Orgullo GLTTBI de nuestra ciudad, sirvió para fortalecer esa unión.


También permitió establecer las bases de un proyecto compartido, al que la vida poco generosa no le dio tiempo para ver realizado, pero que ahora nosotros llevaremos adelante en su homenaje: la creación del FORO LEATHER LATINOAMERICANO.Charlie fue el hombre en cuero y botas, y fue también un venado. Su apodo, en su infancia, en idioma nahuatl significa “venado”.



Charlie fue el hombre “por siempre Leather y en Botas”, y fue también un romántico.

Era evidente para los que lo conocimos bien, y era como él mismo se definía.



Como también aclaraba el propio Charlie, no era un romántico en el sentido en que se usa esta palabra para referirse a una telenovela edulcorada, sino con el significado que se atribuye al término Romanticismo para designar a un movimiento filosófico, literario, artístico, etc.



Porque ese romanticismo de Charlie nos los autoriza, y porque ese profundo afecto que la gente leather de la Argentina siente por él nos lo autoriza aún más, nosotros pensamos que nuestro venado está ahora en el cielo, corriendo libre y felíz.



Y su recuerdo estará siempre en nuestros corazones.



Buenos Aires, 15 de diciembre de 2006.



Homenaje de los miembros del BUENOS AIRES LEATHER CLUB a nuestro Miembro Honorario Master Carlos Ceballos Verde, Presidente del CLUB LEATHER DE MÉXICO, nuestro Brother Club.

¡Hasta pronto Charlie Ceballos!


¡Hasta pronto Charlie Ceballos, Siempre en Botas!


por Agustín Villalpando


Enkidu Magazine (México)

2-12-06


Ciudad de México, 2 de diciembre (Agustin Villalpando/Enkidu):


Estimad@ Lector@: Nuestro amigo y columnista Carlos “Charlie” Ceballos, Chiquileather, falleció el dia de ayer viernes 1° de diciembre de 2006.


Su trabajo para la Comunidad Leather, así como dentro del activismo de Liberación Homosexual en México siempre será recordado.


Recuerdo la fuerza de sus palabras, la convicción de su alma, lo obstinado e imperativo de su carácter y, sobre todo, su optimismo.

Yo lo conocí en Los Martes de El Taller, cuando el Grupo Guerrilla Gay conducía esta actividad hebdomadaria. Como fundador del Club Leather de México, grupo hermano del Grupo Palomilla Gay, tuvo incidencia y coincidencia inmediata en las actividades comunitarias y de solidaridad. Victor Macías le admiraba y participó activamente en algunas de las actividades leather; yo apenas fui un par de ocasiones a El Taller cuando tuvieron sus encuentros Leather entre semana, así como en la organización de los denominado Raves, y en La Estación –cuando estaba abierta–.


La presencia de Charlie en foros, reuniones, fiestas de encuentro, talleres y charlas siempre fue directa y por ello nuestras condolencias no sólo van a su familia, amigos y conocidos, sino a la Comunidad Leather y a las Diversidades Sexo-Genéricas pues su voz importante permanecerá entre nosotros por medio de su columna
“La Página de Cuero” y las demás actividades en que, siempre propositivo, llegaba a acciones concretas.

Charlie estuvo al tanto de Enkidu Magazine desde el primer momento. Su esfuerzo, solidaridad, la entereza y sus palabras de aliento fueron ejemplo de vida, de carácter y compromiso por lograr un mundo cada vez mejor, por medio de la difusión de información y la construcción de diálogos.


Charlie y el Grupo Leather de México fueron punta de lanza en el combate a los prejuicios, pues siempre subrayó, por ejemplo, que Leather no es sinónimo de Sado-Masoquismo, y siempre asistía a las Marchas del Orgullo con cámara en mano y sus videos eran siempre mostrados en El Taller el noche misma en que se había realizado la Marcha en Ciudad de México.


El Grupo Palomilla Gay le debe la grabación de varias de sus actividades.


Una urdimbre de recuerdos y sensaciones que son imposibles de transmitir por medio de las palabras llena mis ojos con un líquido que desea salir y sólo me pregunto si los miembros del Club Leather de México harán algún tipo de homenaje...


Charlie fue una de las primeras personas en confiar en el proyecto editorial Enkidu Magazine, participó con sus palabras y críticas en muchos niveles de Enkidu, siempre entusiasta en las Conferencias Académicas, como en Textos Testimoniales: Historias, Vidas y Recuerdos, donde impartió una ponencia en la Universidad Pedagógica Nacional (2006), o en Diversidades en Competencia, en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, donde estuvo en la misma mesa con Gilda –vestida en Leather y nerviosísima por el encuentro; ambos tuvieron un vínculo inmediato y buenas vibras–, o en SIDA y CULTURA I, en el Centro de Derechos Humanos.


Su esperanza, su labor, su presencia siempre será recordada por todo el equipo de Enkidu y su columna será un testimonio vivo que tendremos en línea como homenaje vivo a su memoria y que, gracias a él, es un espacio DE y PARA el Club Leather de México.


Chiquileather no ha dejado esta nuestra balsa planetaria, pues Charlie siempre será el amigo optimista que está: ¡Siempre en Botas!

martes, 18 de noviembre de 2008

Sexual, Social y Político


SEXUAL, SOCIAL Y POLÍTICO (*)
por Robert Davolt (**)
Traducción: Luis Falcón
"Desde el comienzo, la forma en que me involucré en la comunidad leather fue social y política tanto como sexual. Mis hermanos de club eran mis amigos y estábamos unidos por la solidaridad, para hacer cambios y para reunir dinero -primero para los fondos para asistencia legal y más tarde para las causas relacionadas con el sida. Cuando nos ponemos una chaqueta de cuero y unos chaps, estamos buscando un tipo específico de compañero sexual, pero el hacerlo también puede significar -según el momento y el lugar- un acto público de identidad y desafío."
(*) Tomado de "Painfully Obvious" . Disponible en nuestra Biblioteca.
(**) Robert Davolt ha sido escritor y editor por más de 28 años, recibiendo numerosos premios y honores. Sus escritos aparecieron en el San Francisco Examiner, SF Frontiers, The Leather Journal y Bound & Gagged. Ha estado involucrado en diferentes comunidades leather como fundador y como oficial de clubs, ha recibido títulos como el de XIX San Francisco Leather Daddy, y ha sido coordinador del San Francisco Leather Pride Contingent (foto).

"Painfully Obvious" es una colección de cuarenta provocativos ensayos escritos por el editor de la revista Drummer, el popular columnista del San Francisco leather Robert Davolt.
Originalmente escritos para Leather Page, esta antología es una mirada no ortodoxa acerca de las relaciones leather, comunidad, concursos, negocios, tradiciones, historia y liderazgo, desarrollada con autoridad y un gran sentido del humor.


Disponible en nuestra Biblioteca.

miércoles, 29 de octubre de 2008

La asombrosa Diversidad


LA ASOMBROSA DIVERSIDAD (*)

por Guy Baldwin (**)
traducción Luis Falcón

La Diversidad, la asombrosa variedad que vemos en todas partes en la naturaleza seguramente debe ser la guía más clara posible de cómo las cosas deberían ser.

De ello se desprende que debe haber muchas formas correctas de ser una galaxia, una estrella, un planeta, una roca, un árbol, un pez, un hombre, una mujer, así como una gran cantidad de maneras correctas de manifestar nuestra sexualidad y nuestra vida erótica.

Si esa diversidad que nos muestra el Universo es una guía sobre lo que es propio y correcto, entonces es claro que también hay un lugar aquí para nosotros.

Este pequeño libro es ofrecido como un tributo a esos Masters y esclavos que tienen la valentía de superar temores y verguenzas para producir vidas más honestas para sí mismos.

(*) Este texto corresponde a la nota de dedicatoria con la que el autor incia su libro: "SlaveCraft. Roadmaps for Erotic Servitude. Principles, skills and tools". Disponible en la Biblioteca de nuestro Club.

(**) Guy Baldwin es líder de la comunidad leather de Los Angeles y es así que pudimos verlo y oirlo en algunas escenas de la película "Mr. Leather" que se exhibió en el Festival Diversa de Cine Gay Lésbico de Bs.As., exhibición realizada con el auspicio de nuestro Club.

Baldwin es psicoterapeuta y ha trabajdo durante dieciocho años atendiendo a pacientes involucrados en formas de sexualidad radical. Sus entrevistas publicadas, y sus apariciones en radio y TV son imposibles de listar.

Es conocido por sus numeosos ensayos entre los que se destaca "Ties that Bind", una colección de sus columnas en la revista Drummer sobre una variedad de temas relacionados con la experiencia del sexo leather. (También disponible en nuestra Biblioteca).

Sus trabajos aparecieron también en publicaciones como International Leatherman, Frontiers, The Leather Journal, etc.

En 1989, Baldwin fue elegido para servir como el 11º International Mr. Leather y como el 2º Mister National Leather Association, siendo la única persona en ejercer ambos títulos al mismo tiempo. Recibió el premio Pantheon and Dominion Lifetime Achievement Awards y en el año 2000 fue nombrado "Centurion" por el Leather Archive and Museum, su premio más valorado.


SlaveCraft por Guy Baldwin


viernes, 17 de octubre de 2008

Por qué los hombres leather usan cuero ?

Por qué los hombres leather usan cuero ?
por Joseph W. Bean (*)
traducción Luis Falcón
Me creerías si te digo que usamos cuero porque queremos hacerlo?
No es suficiente?
Usamos cuero porque respetables hombres leather antes de nosotros lo hicieron.
Y porque los muchachos con los que esperamos ir a casa esta noche esperan éso de nosotros.
Todavía no es suficiente?
Ayudaría si agregara argumentos sobre auras, aromas, fetiches, fortaleza, suavidad, la protección que nos provee el cuero cuando estamos sobre una motocicleta, o la forma en que el cuero puede, igualmente, ocultar o revelar el cuerpo de quien lo viste ?
Si nada de ésto atrapa tu fantasía no creo que un discurso basado en perspectivas históricas o etiológicas logre hacerlo.
Prefiero darte una respuesta breve y puramente personal.
Yo no uso a menudo demasiado cuero, pero cuando lo hago me siento más sexual y más atractivo.
Me veo como una figura más formidable. Siento un poder que no viene de mi personalidad usual sino que surge de lo más profundo de mí, y de la conexión entre usar cuero y todo el pasado y el presente de la fraternidad entre los hombres leather.
Puedo seguir dándote explicaciones sobre la vestimenta de cuero pero prefiero dejarlo en el misterio. Si no has sido capturado por ese misterio no te sientas obligado a comprar o usar cuero.
Leather no es un requerimiento de la moda sino un irresistible deseo.
(*) Joseph W. Bean, "Leathersex: Q & A"

"LEATHERSEX Q & A - Questions About Leathersex And The Leather Lifestyles Answered"
Joseph W. Bean
Daedalus Publishing Company - San Francisco - 1996.246 pág. En inglés.
"Leathersex Q & A es una fuente de información sobre este especial estilo de sexualidad. Las preguntas y respuestas comprenden una amplia gama de temas incluyendo SM, bondage, relaciones, seguridad, espiritualidad, historia, y mucho más. Las respuestas contenidas en este libro son respuestas del autor a cartas recibidas a lo largo de muchos años en su carrera como conferencista, columnista y editor de revistas para hombres gay leather. Cada pregunta es respondida con sensibilidad y profundidad como solo alguien con una amplia experiencia en este estilo de sexualidad puede hacerlo."
"Joseph W. Bean es uno de los escritores, editores y conferencistas más activo en el campo de la sexualidad leather. Ha estado involucrado en SM y sexo leather por más de treinta años, y ha escrito sobre estos temas por más de veinte años.Es invitado regularmente a dictar conferencias en universidades, ha aparecido en la televisión nacional, y mantiene una vigorosa presencia en eventos educacionales a lo largo del país. Actualmente reside en San Francisco donde es director de edición de siete revistas para hombres gay. "

viernes, 3 de octubre de 2008

Dominio/sumisión


Espiando la zona oscura

Con ansia de explorador, el cuerpo dispuesto como un campo de ensayo y un manojo de reglas que pueden inventarse cada vez; así se aventura el cronista en prácticas de sexo radical como el S/M o el bondage. Un viaje al reino del dolor y la sumisión, donde los destellos del placer conjuran a la muerte. Una reivindicación del goce sin ninguna corrección política; pero eso sí, siempre de común acuerdo.


Por Alejandro Modarelli


”Ha entrado y yo llevaba las cuatro fajas de sábana en los brazos, como los atributos de un rito, de un bautismo. Yo había dejado a la vista el negro falo inflado de agua hirviendo y engrasado, las disciplinas, las pinzas de la ropa, no ha puesto expresión de sorpresa. Le he dicho: ¿quieres ser mi víctima o mi verdugo?” (Los perros).

Por la promesa que encierra, este texto de Hervé Guibert podría provocar temblores mayores que cualquier sucesión de imágenes del canal Venus, el clásico “mete y saca” de unos órganos sexuales en general bien dotados para el ojo de la cámara, o para el espectador que busca menos masturbarse que observar en estado alfa cómo otros supuestamente gozan por él. No es que las rutinas pornográficas de la televisión de cable carezcan para el mirón de combustible sexual, muy útil además para los encuentros de alcoba. Antes bien, la escena pornográfica puede ejercer como salvación de ese encuentro de dos, al meterse con ellos en la cama y hacerse cargo del deseo. Pero Los perros recrea algo más allá de ese tercero hospitalario: a través de la puesta en acción del juego sadomasoquista (S/M), el texto invoca un momento mesiánico, un raro goce siempre por llegar, en cuya espera el cuerpo —el sujeto de ese cuerpo— deviene campo de ensayo radical de dolor y placer, de acuerdo con un pacto entre quienes se eligen víctima o verdugo. Quizá después vendrán las caricias, los besos y el reposo, lo que dentro de la subcultura S/M llaman, en su lengua de origen, “el after care”, el cuidado posterior, que todo buen Amo debe procurar a su esclavo, a riesgo si no de perderlo. Ternura que adviene acaso tras una experiencia extrema de disolución.

Hay no obstante que aclarar que el S/M es apenas una de las prácticas sexuales que forman parte de una cultura mucho más vasta, cuya sigla, surgida en 1991, es el BDSM. Prácticas que se relacionan a menudo entre sí: Bondage (ligaduras); Disciplina; Dominación y Sumisión y Sadomasoquismo. La subcultura leather, o de cuero, surgida en los ‘50 entre la comunidad gay californiana y neoyorquina, está estrechamente vinculada al BDSM.

“El relato de Guibert fue para mí como un disparador, algo que venía a pintar eso que se me cruzaba por la cabeza desde chico. ¿Cómo sería sentir que estás a merced de un ogro? Todavía no sabía bien el nombre de esa experiencia del relato.
Al mismo tiempo, yo me calentaba mucho con unos personajes de Titanes en el ring, sobre todo Míster Moto. Cuerpos musculosos y agresivos, imaginate cómo me puse cuando vi por primera vez los dibujos de Tom de Finlandia. Lo del cuero, que viene muchas veces tan asociado al S/M, era apenas un agregado. No era como en otros un fetiche, una condición para hacer plena la fantasía. Entonces empecé a investigar por Internet y me puse en contacto con mi primer Amo. Así fui aprendiendo códigos con él y negociando las características del primer encuentro. El tipo no esperaba a cerrar la puerta y ya en la escalera me ponía una bolsa en la cabeza. Era como si alguien te asaltara con violencia y vos decidís no luchar, entregarte, y eso fuera entonces tu manera de hacer cargar al otro con la responsabilidad de tu existencia. A ver qué hacés ahora conmigo: te cedo el poder, sos mi Señor pero, ojo, esa posición te la tenés que ganar todo el tiempo. El juego de poder es fluido, exige que yo te vea y decida subirte al trono. Porque en tu presencia intuyo tu saber, del que me voy a alimentar. Enseguida vinieron las experimentaciones con el dolor, las ataduras o bondage; al tiempo me puso un collar, me dijo: ‘Esta es una señal de entrega hacia mí, de amor. No se lo doy a cualquiera’. Soy tu perro, le dije, y no me da asco comer de un plato en el piso. Después de la sesión nos quedábamos conversando de películas o libros y muchas veces dormimos juntos abrazados a la noche, cogiendo según las normas comunes. Mis encuentros S/M tuvieron lugar a lo largo de un año, y son recuerdos muy intactos. Dejé la práctica porque me quedaban marcas en el cuerpo y no podía desnudarme delante de mi pareja, que no sabía nada de mis escapadas. Además, el dolor de entre semana persistía y no sé por qué ahora eso me ponía sobre todo triste. Podría definir ese sentimiento como el de un pibe que fue abandonado en una casa vacía y está esperando a que el mayor vuelva. Era como un bajón después del éxtasis. Pero haber entrado en ese mundo me dejó una resistencia al dolor físico que todavía me asombra. Mi cuerpo tuvo a través del Amo la posibilidad de llegar más allá de lo que yo imaginaba, y le quedó, digamos, una especie de sabiduría.”

Sabiduría del cuerpo. Las prácticas de Adrián —de él se trata el testimonio— llevan a pensar en las constataciones del filósofo Michel Foucault. El BDSM sería, según su descripción, un trabajo de conocimiento, más cercano a un arte de vivir el deseo, a una ascesis, que a la verdad misma del deseo que postula el psicoanálisis, soterrado en el inconsciente. Importaría acá menos una ciencia que dé cuenta del origen y clasificación de sus goces —por ejemplo, qué fantasma edípico está detrás de ellos— que una determinada forma autónoma y ascendente de explorarlos o reinventarlos. Así, la humillación de un sumiso que debe limpiar la mierda de su dominante, el dolor de un esclavo, se convierten en experiencias que los trascienden. Su cuerpo, su mundo imaginario, será un espacio estratégico para desplegar sensaciones de placer impensadas. Ya el hecho de que el juego S/M no tenga como eje anatómico los genitales sino más bien toda su superficie, recorrida por instrumentos extraños y específicos, aleja al cuerpo de una tradición de goce que lo constreñiría necesariamente a penetrar, a ser penetrado según el mandato bíblico. En un artículo de 1977, Foucault —fascinado con sus visitas a los centros S/M gay de San Francisco— proclama: “¡Abajo con la dictadura del sexo...! Estoy a favor de la descentralización, la regionalización, la privatización de los placeres”. Como se ve, toda una plataforma teórica y política donde el sexo querrá hallar otros ejes que no residan sólo en la hondura y el imperio de los órganos sexuales. No se buscaría, pues, emancipar un deseo cuya verdad y producción han sido establecidas de antemano sino de innovar, de crear otras formas. No se trata, tampoco, de un programa autoritario al estilo del Marqués del Sade, de quien Foucault se iría alejando, hasta llamarlo “el sargento del sexo”. Al formularse la pregunta de Guibert —“¿Quieres ser mi víctima o mi verdugo?”—, la escena sadomasoquista moderna se construye bajo la regla permanente del consenso.

La práctica del fist fucking, “coger con el puño”, es toda una variante de goce, la única práctica sexual inventada en el siglo XX y en el interior de la cultura S/M californiana. Pone en primer plano una región del cuerpo que no tiene la función clásica de producir placer: el puño, el brazo. “Un arte —dice la teórica queer Gayle Rubin en The Catacombs— que necesita seducir uno de los músculos más sensibles y estrechos del cuerpo.” Algo que fue definido como “yoga anal” y que requiere para su ejecución un ámbito de silencio, de intimidad y de confianza.

Un cine XXX céntrico porteño, un club de hombres de cuero sobre la calle Viamonte, nos regala un fresco de fabulosa masculinidad emperifollada de insignias alrededor de la barra del bar. De pronto, dos que evocan a motoqueros americanos de los años ‘50, y que acaban de contarse la semana con una cerveza en la mano, se pierden en un laberinto penumbroso hacia una sesión de fist fucking. De la conversación y la risa de salón al silencio de una ceremonia que otros buscarán presenciar circunspectos. De la inquietud de ese silencio en la mazmorra a las quejas gozosas de uno de esos dos hombres. Su recto es ya una isla donde queda enterrada, junto con el puño del compañero, una larga tradición de sexo macho. A su lado, raros objetos rituales: un balde lleno y otro par de guantes. Mis ojos se inclinan ante el acontecimiento. Un varón que ofrece de ese modo su cuerpo acelera el universo, y con ese cuerpo que se abre al abismo hay algo en mí que también se modifica y aún no sé de qué se trata.


Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles


La subcultura S/M del ambiente gay y lésbico de San Francisco y Nueva York se encontró en los años ‘60 y ‘70 con la incomodidad de una corriente de activistas que veían en toda esa parafernalia de estética militar o leather —y sobre todo en sus recreaciones de las formas de poder— una evocación enamorada del fascismo, algo más o menos impresentable en su reclamo de aceptación e integración igualitaria en la polis democrática. En su libro Public Sex. The Culture of Radical Sex, Pat Califia, en aquella época una lesbiana que se definía como “sádica” (un nombre irritante incluso para las Amas o dominantes femeninas) y hoy es transgénero, se quejaba de las organizaciones gays y lésbicas que pedían a los grupos S/M mantener en el closet su sexualidad, para admitirlos dentro del movimiento. El feminismo ortodoxo, que veía la pornografía en contigüidad con las formas históricas de explotación y sometimiento de las mujeres, llevaba además a las lesbianas S/M, como las del colectivo Samois, al ostracismo penitente. “Como misioneras británicas en la Polinesia, insisten en interpretar las prácticas sexuales de otros conforme su propio sistema de valores. Un perfecto ejemplo de esto es el debate en torno de la transexualidad. En su forma actual, el feminismo no es ya el mejor marco para el trabajo teórico sobre las sexualidades divergentes”, escribe Califia en 1980.


Eleonora D. Lud es una feminista anarco, del barrio de Montserrat. Siendo además BDSM, no usa cuero porque se decidió hace tiempo por la ética veganista. Es decir, no consume nada que provenga del sacrificio ni del abuso de los animales. Prefiere unos códigos de vestuario más cercanos al glam. Y ama ponerse portaligas para la sesión, medias de red, unas prenditas insinuantes que disgustarían a cierto feminismo. “El feminismo ortodoxo no entendió que en el juego BDSM aquellos términos y prácticas como roles, dominación o sumisión difieren de las relaciones de poder y opresión estabilizadas en instituciones, que son previas, rígidas y permanecen en la opacidad de lo cotidiano. Mirá, si no, la desigualdad en la retribución a la mujer por el mismo trabajo que hace un varón, o en el control de su cuerpo y la reproducción. Acá el punto es el consenso y el placer, no es como con esa esposa que el marido viene del trabajo y para descargarse le pega o se la coge contra su deseo. Se teatralizan las relaciones de poder, se hacen explícitas las estructuras de sometimiento o de crueldad, de jerarquías y opuestos. Esos modos de relacionarse pueden habitar en el núcleo fantasmático de mi deseo, y seguramente esté en toda sexualidad. ¡Cuántas parejas no han actuado en un momento alguna escena S/M, o D/S! Sin que signifique, digo, que quiero ser efectivamente violada por un batallón, humillada por un jefe o que quiero navajear a mi pareja.
Por eso en este ambiente hay que estar muy atento en el momento de la negociación en no caer en manos de alguien que busque dañar en serio. Además, abundan los tipos que en realidad lo único que buscan es sexo con mujeres que suponen fácil. Eso se va aprendiendo en la socialización BDSM.

Las chicas nos conectamos sobre todo por Internet, aunque ya existen algunos lugares de encuentros privados. A mí me parecería muy disruptivo que surgiera una comunidad de este tipo pero queer, es decir donde pudieran experimentar juntos lesbianas, gays, trans, cross-dressers o bisexuales.” Eleonora es switch, que en el lenguaje BDSM indica al que puede intercambiar los dos roles, el dominante o el de sumisión, según lo acuerde con el compañero o compañera. En el medio local es poco menos que una oveja negra. Incomoda, porque los roles, al parecer, no son acá tan fluidos como le hubiera gustado a Foucault. Y, para ella, desestabilizar los roles es una decisión, un goce de orden político. Le pregunto qué significan y cómo se escriben, además de ese término ilustrativo (switch), otros que me enumera: Vanilla, todos lo que no son BDSM. 24/7: algunas parejas de sumiso y dominante ejercen las 24 horas, los siete días de la semana. “La vida de mi mamá, pero en este caso con consenso”, se ríe Eleonora. RACK: “Risk Aware Consensual Kink”, que se traduciría como Racsa, riesgo asumido y consensuado para prácticas de sexo alternativo. EPE: intercambio erótico de poder. SSC: seguro, sano y sensato, consensual. Floggers: látigos utilizados para disciplinar. Pero, en fin, Eleonora sugiere que nada es definitivamente tan seguro y quizá tampoco tan sensato, como tampoco lo es en otras formas de sexualidad, pero plantear así el tema parece ser una buena estrategia contra los miedos de los primerizos.
“Hace ya varios años que no tengo sexo penetrativo. Eso significó para mí una transformación en el modo de gestionar los placeres. Fue una construcción creadora, en el sentido que tenía para Michel Foucault, y una deconstrucción de esa pieza históricamente tan bien armadita en Occidente que es el cuerpo sexuado y el uso recto de la sexualidad. Es una forma de resignificar en el sexo las estrategias de poder. Olvidarme de esa dimensión política sería como reducir la experiencia BDSM a un asunto de psicología, de hedonismo extremo, de producción en el cuerpo de sustancias químicas que llevan al nirvana a través del dolor. Algo de ese estilo está presente en Homos, de Leo Bersani.”

Leo Bersani, amigo de Michel Foucault, no es un teórico de la cultura caro al pensamiento BDSM. Nadie puede, sin embargo, dejar de admitir su lucidez, aunque disienta de sus críticas. Con el capítulo “El papi gay” entre las manos, les pido a Marcelo y a Matías, pareja S/M y miembros del Club Leather de Buenos Aires, una respuesta a Bersani, que consideraba en 1991 que, si bien las vuelve explícitas y levanta por tanto una represión social, en su abierta adhesión a las estructuras de poder —y al indisimulado apetito de éxtasis que éstas prometen—, la cultura BDSM sería en realidad cómplice de su subsistencia. Marcelo no duda: “Creo que esa visión pertenece a una época pasada en que todavía se privilegiaban ideales de una igualdad que muchas veces terminaba por ser meramente formal. Que en el caso de la comunidad Glttb suspendía las diferencias de posición, que en la realidad seguían intactas. Esos ideales fueron necesarios en un proceso político que va desembocando en la adquisición de derechos civiles, en una seguridad jurídica que se fue extendiendo. Veo un cambio de percepción de la cultura BDSM hacia mediados de los años ‘90, cuando el horizonte de igualdad legal ya está afirmado. Plantear opuestos, gestionar las diferencias, vuelve entonces a resultar atractivo. Ahí se fortalecen ciertos grupos de intereses sociales específicos, como el nuestro. Empieza un período de visibilidad BDSM, en la que Matías y yo militamos hoy en la Argentina. Antes de 2000 aparecen en Buenos Aires los clubes Fierro Leather y después el nuestro. Las primeras reuniones comunitarias se hicieron en el cine ABC y en Tomás. En la Argentina va evolucionando, pero de a poco, nuestra aceptación dentro de la comunidad Glttb. El nuestro es un contexto social similar al mexicano, de un cierto avance de derechos igualitarios y lenta revalorización de lo diferencial. Hoy la gran escena BDSM está en Alemania, en Barcelona, y no tanto en Estados Unidos, donde el ámbito público fue decayendo por efecto de las políticas conservadoras de estos años, que terminaron por minar los ambientes alternativos”.
La hipótesis de Marcelo se completa con una intuición que hubiera entusiasmado a Reinaldo Arenas o a Néstor Perlongher. Para él, las prácticas BDSM vendrían a restituir por una vía lateral un modelo relacional de opuestos que había sido repudiado en el auge de la cultura gay igualitarista, como el del chongo y la marica, el tío y el sobrino, el fuerte y el débil, pero privándolo de las estructuras y efectos de dominación históricas.
La voz profunda, la actitud magistral de Matías cuando habla, me perturba. Es Amo, pareja de Marcelo, aunque tiene otros esclavos, y por alguna razón en su interior mi cuerpo lo adivina antes que mi conciencia. Es el primer dominante con el que converso desde que inicié mi investigación. Defiende en nombre de la diversidad el derecho de los leather a buscar lo que les gusta, la masculinidad: “Quienes nos tildan de machistas están equivocados. No revalorizamos al macho en tanto que macho sino un gusto por las formas, unas formas además muy codificadas”. Cuando se piensa en sus prácticas corporales, desvirilizadas en su acepción clásica, uno puede admitir esos argumentos. Matías compara su función de Amo con la de un explorador de personalidades, un psicólogo atento al lenguaje de los cuerpos: “Al principio uno tiene que asumir la tarea del espía. En general —y es mi caso—, se accede al saber hacer S/M primero jugando como sumiso. Porque, por ejemplo, el arte de las ataduras con cuerdas, que remite a un viejo arte japonés, no es simple. Negociar un contrato, tampoco. No cualquiera tiene idiosincrasia de Amo y eso enseguida se nota. Si sos inexperto, tu sumiso puede detener el juego, aburrirse. Si te excedés y no respetás la palabra de seguridad, lo perdés y tu fama de loco corre por todos lados. Incluso existe el metaconsenso, esto permite detener por seguridad la sesión si pensás que tu sumiso está sobrepasado, embriagado, y por algún motivo no echa mano a la palabra clave”.
En su eminente embriaguez, el cuerpo S/M quizá sueña en última instancia con explorar la cercanía imaginaria de la muerte. En Un año sin amor, Pablo Pérez, aficionado al S/M agobiado por síntomas del sida, busca a través de un diario personal —a la vez reescritura erótica de su cuerpo— usurpar los tiempos y blasones de la muerte, que cree próxima, para vivificarse. La escena S/M se abre entonces para él como un campo propicio de restitución de placeres: “Cada orgasmo es para mí como un golpe eléctrico que me revive un poco, aunque sea por unos minutos; como un rayo que me trae de la muerte a la vida”.
Multiplicidad de dimensiones. Un Amo desconocido me pregunta por chat si conozco las reglas de la sumisión. La pregunta me recorre el cuerpo. “No las sé, Señor. Me gustaría aprenderlas de su mano.”

(*) Nota publicada en la edición del 26/9/08 de SOY el suplemento de la Diversidad del diario Pàgina 12.

(**) La foto que utilizamos en este sitio web para ilustrar la nota corresponde al archivo del BALC.

viernes, 19 de septiembre de 2008

BOTAS


Las botas forman parte del atuendo del hombre leather y son -de manera inevitable- un elemento importante de su apariencia.
Un hombre leather nunca tiene demasiados pares. He visto colecciones cuyo número varía entre veinticinco y cincuenta. Y con diferentes estilos: botas de motociclista, de trabajador de la construcción, de policía, militares, de equitación, vaqueras.
Las únicas botas que no usaría son esas botas cortas, de calle, con un cierre en uno de sus laterales.
Larry Townsend, The Leatherman´s Handbook
Traducción: Luis Falcón

miércoles, 27 de agosto de 2008

Un cielo de rejas y cuero


"UN CIELO DE REJAS Y CUERO"
Homenaje a José Luis
Autor: Búfalo de Metal

Misterioso, fantasmal, oscuro.
Surgiste de las sombras atravesando el laberinto Esmeralda donde yo estaba atrapado.

Confieso que me impresionaste: negro de la cabeza a los pies, como un demonio que viene a castigarme por mis pecados.

Adusto,enorme, tan seguro de vos mismo.
Volcánico, violento, morboso.
Quisiste poseerme como un cazador a su presa, jugar conmigo como el gato con un pobre ratón para luego darme la estocada final y dejarme desangrado a tus pies.

Apasionado, sorpresivo, instantáneo.
Así fué tu cambio cuando no me arrodillé ante vos.Tal vez no lo esperábas pero en el fondo lo deseabas tanto como mi cuerpo.

Entonces yo azoté tu alma, mordí tus pensamientos, lamí tu corazón, sentí el perfume de tu amistad y juntos volamos a tu cielo de rejas y cuero.

Excitante, sensual, ardiente.
Me mostraste un mundo distinto, una dimensión desconocida del sexo.
Me diste una piel negra para mutar como serpiente, cadenas para dominar la libertad, arneses para un toro desbocado y botas para pisar la cobardía de quienes no se animan a sentir.

Master, amo, señor.
Rey de la fortaleza que erigiste en el corazón de Buenos Aires.

Fiesta, fiesta y más fiesta.
Sexo, sexo y más sexo.Placer, morbo y lujuria.
Cada gemido, cada grito, cada gota de sudor lleva tu nombre, no podría ser de otra manera.

Fuiste un pionero que dejaste tu huella a la manera de los grandes, los que hacen, los que trascienden su propio tiempo.

Esclavo, fiel, subordinado.
Entregado a tu pasión la viviste a full, sin concesiones.

LEATHER hasta la médula no te importó ni la mirada atónita de la gente de la calle ni el que dirán de los demás.

Cosechaste amigos y detractores, recibiste elogios y críticas,provocaste alegrías y recelos.Lo único que no lograste fué indiferencia.

¡Mierda, sorete, porquería!.
Eso es el destino que te dominó antes de tiempo.

¡Sucia, repugnante, asquerosa!.
Así es la muerte que te sometió sin que quisieras.

¡Cagón, baboso, miserable!.
Quisiera cagar a palos la frustración de no tenerte entre nosotros.Pero. ..

Inborrable, eterno, inolvidable.
Así es el recuerdo que quedará de vos.

Los que te conocimos y apreciamos, mas allá de virtudes y defectos, seguiremos por la senda que trazaste.

Jose: tus banderas no fueron arriadas y por el contrario se levantan en mayor número y más altas.

Y en cada rincón oscuro de Buenos Aires donde dos pieles negras se junten; tu vida, la razón de tu vida, resucitará invocando dioses de amor y placer para proteger a estos esclavos de la pasión.

Y vos estarás sonriendo feliz allá en tu cielo de rejas y cuero.

martes, 12 de agosto de 2008

domingo, 10 de agosto de 2008

Foucault, el perverso


En su edicion del 8 de agosto de 2008, “SOY”, el suplemento de la Diversidad del diario Página 12, publica una serie de notas sobre Michel Foucault, titulada:” Sus palabras y sus cosas”.

Agregamos a este sitio web una de ellas: “Foucault y su laboratorio de experiencia sexuales” por Carlos Figari.

En la solapa de la edición de su Historia de la Sexualidad (2003), la gente de la editorial Siglo XXI intenta explicarnos quién es Foucault:
“Michel Foucault es uno de los filósofos más influyentes del siglo XX. Aportó nuevos conceptos que desafiaron las ideas establecidas sobre la cárcel, la policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el bienestar. “

“Nacido en Poitiers, Francia, Michel Foucault (1926-1984) estudió filosofía occidental y psicología en la École Normale Supérieure de París. Durante la década de 1960, encabezó los Departamentos de Filosofía de las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes.”

“En enero de 1971 fue designado en el puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collége de France, con el título de profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento, cátedra que dictó hasta su muerte en 1984.”

“Durante las décadas de 1970 y 1980, su reputación internacional creció gracias a las numerosas conferencias y cursos que impartió por todo el mundo, y a su valiosa obra.”

“Michel Foucault llevó a cabo un análisis implacable de los mecanismos de control social. Implicado en una activa lucha política e ideológica, su pensamiento ha sido acogido con entusiasmo por quienes luchan por mejorar la situación de los excluídos (los presos, los locos, las minorías sexuales, los inmigrantes, los jóvenes) y por los movimientos de liberación sexual.”


Si hablamos sobre las “cosas” de Foucault a las que hace referencia el título de SOY, deberíamos mencionar tambien una de ellas: el interés, tanto práctico como teórico, que el SM despertó en el filósofo.

Y para completar esa limitadísima biografía que ya transcribimos, deberíamos agregar que al mismo tiempo que Foucault ocupaba “el puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collége de France”, también hacía viajes a San Francisco, donde frecuentaba lugares, mucho menos honorables, como los saunas Leather/SM de esa ciudad, en su época de gloria antes de los cambios que produdiciría el surgimiento del sida.

Foucault disfrutó intesamente esas experiencias, y a partir de ellas reflexionó con su particular estilo, reflexiones sobre el SM que hizo públicas, especialmente en una famosa entrevista, pese a la reserva que imprimía a su vida privada.

Es posible que los editores de Siglo XXI pensaran que no era políticamente correcto incluir este detalle de la vida y de la obra del prestigioso filósofo en esa breve nota biográfica.
Y, si fue así, tendrían razón. Porque tanto Foucault como el SM, no son políticamente correctos. Afortunadamente.


Luis Falcón



Foucault y su laboratorio de experiencias sexuales
Por Carlos Figari (·)

Para Foucault la experiencia de la heterosexualidad moderna tiene dos momentos: en primer lugar el “cortejo” del hombre a la mujer, en una segunda instancia el sexo.
Como la prohibición que históricamente pesó sobre los homosexuales nunca les permitió elaborar una forma de cortejo, su experiencia se concentró en el acto sexual y en su intensificación.
Por ello los gays tendrán formas diferenciadas de relacionarse y respecto de una frase de Casanova que rezaba: “El mejor momento del amor es cuando subimos las escaleras”, Foucault le contraponía otra para el caso gay: “El mejor momento del amor es cuando el amante se está yendo en el taxi”. “Es el momento cuando ya se realizó el acto y el muchacho se fue, y comenzás a recordar el calor de aquel cuerpo, el encanto de su sonrisa, el tono de su voz...” Lo que sería verdaderamente importante en la homosexualidad no es la anticipación del acto sino el recuerdo del mismo.

Así sucede también con el sadomasoquismo, en tanto la imaginación canalizada en el juego erótico que implicaba el cortejo pasa a ser dedicada a la intensificación del acto sexual.
A esto denominaba Foucault un “laboratorio de experiencias sexuales”, donde especialmente la relación Amo-Esclavo sería como un juego de ajedrez, al mismo tiempo regulado y abierto y en donde cualquiera de los dos puede ganar o perder. El amo puede perder si no satisface las demandas de la víctima y ésta puede perder si no es capaz de reaccionar ante los estímulos del amo.
“Esa mezcla de reglas y aberturas intensifica las relaciones sexuales al introducir una novedad: una tensión y una seguridad perpetuas que no existen en la mera consumación del acto”.
Sin olvidar, por cierto, abrir el juego para utilizar cualquier parte del cuerpo como instrumento sexual. Lo interesante del SM sería así para Foucault la “desexualización del placer”. O sea, buscar nuevas y creativas formas de placer a partir de objetos o partes del cuerpo no usuales, descartando la creencia de que la fuente de todo placer es sexual y que, a su vez, éste sólo deba proceder del placer físico.

Foucault manifestaba un gran entusiasmo por lo imprevisible de las relaciones que podrían llegar a ser creadas en el mundo de las sexualidades periféricas. Pero también percibía, con su acostumbrada agudeza, que no era la perfomatización de lo femenino ni aun lo sexual lo que causaba escándalo –ni lo que sería perturbador o subversivo–, sino la “forma de vida gay”. La posibilidad de desarrollar “relaciones intensas y satisfactorias” que no encajen en los moldes usuales del heterosexismo: “Lo que muchas personas son incapaces de tolerar es la posibilidad de que los gays sean capaces de crear tipos de relaciones no previstas hasta ahora”.

Los aportes de Michel Foucault al campo de los estudios gay-lésbicos y a la teoría queer son incuestionables, aunque intentar situarlo es una impostura que él mismo nos cuestionaría: “No, no estoy donde ustedes tratan de descubrirme sino aquí, desde donde los miro riendo”.

(*) Doctor en sociología, investigador del conicet/unca

© 2000-2008 www.pagina12. com.ar República Argentina

domingo, 8 de junio de 2008

LEATHER

LEATHER

(Publicado en SOY, suplemento de la Diversidad, del Diario PAGINA 12)


Todo cuero. Ropa y accesorios de cuero con una fuerte carga erótica.

Mucho más que un vestuario, esa palabra inglesa designa una identidad, una subcultura de gran visibilidad dentro del movimiento queer, modo de entender y practicar el sexo por fuera de las formas “ortodoxas”.

Generalizando bastante, una sexualidad leather tendrá prácticas de bondage, disciplina, dominación, sumisión, fetichismo y sadomasoquismo, aunque se puede ser leather sin cumplir con todos estos puntos.

La conciencia del juego y de la puesta en escena, marcan —según afirma la antropóloga lesbiana Gayle Rubin— el desplazamiento de la historia de la sexualidad “desde el ámbito de la historia natural de la reproducción hasta la historia (artificial) de la producción”.

Si hay que encontrarle un origen, será luego de la Segunda Guerra Mundial: muchas relaciones homoeróticas entre ex combatientes (con toda su estética de uniformes y jerarquías) salieron a relucir. Modelos en pantalla: James Dean con sus motos y camperas, y Marlon Brando en The Wild One. Entre los directores: Kenneth Anger con Fireworks y Scorpio Rising.


A partir de los ‘70, “lo leather” se integra y se disemina en la cultura pop con The Village People, Judas Priest, los trabajos de Tom de Finlandia y Mapplethorpe, entre muchos otros.

La aparición del sida en los ‘80 con el “sexo seguro”, ocupando un lugar muy importante en la agenda leather, resignifica los encuentros, los espacios y las prácticas.

Así es como toda identidad y como toda comunidad han ido transformándose con el correr de los acontecimientos; aun así, sigue siendo una de las respuestas a la mirada convencional y normalizadora de la sexualidad más difíciles de digerir.

Hoy, para muchos, la participación en la vida leather se restringe a la esfera socio-sexual: bares, Internet, alcoba, dark rooms.

Otras personas la viven como parte de su vida pública (no sólo sexual) y se ocupan de la construcción de las comunidades leather que se extienden por muchos países del mundo organizadas en clubes, asociaciones, locales, páginas web, libros y revistas.

El ideal de un movimiento leather pansexual sigue muy lejos: gays, hétero y lesbianas leather pueden mantener relaciones amistosas, pero no se tocan.

En general, el carácter clandestino de las reuniones ha ido virando hacia competencias, shows de carácter bastante inclusivo, como la competencia que cada año se produce en Chicago para elegir al mejor Mr. Leather, entre candidatos de todo el mundo.